Los Viajeros!

Juan Pablo Arancibia Cruz 

Soy un ser humano amante de la naturaleza y de la bicicleta... estudié Geografía y una de mis pasiones es la fotografía... no soy un profesional del tema pero como decimos los chilenos, le pongo empeño!

Conozco mi país desde Arica a Punta Arenas, pero aún me falta conocer algunos lugares, que espero con este viaje pueda visitarlos!. Mis viajes comenzaron mochileando por Chile como a los 15 años, cuando con el Mario y el Jaime, unos amigos, tomamos nuestras cosas y con pocas lucas las emprendimos a la Región de Los Lagos... de ahí que me quedó gustando esta cuestión de los viajes.

Como a los 18 años con el Mario nos propusimos irnos de nuevo para el sur, pero esta vez en bicicleta. Bueno, pedaleamos como una semana y en Villarrica Mario se devolvió a Santiago y yo seguí para el sur el recorrido por un mes y medio aproximadamente; la travesía partió en la ciudad de Concepción y terminó en el pueblo de Dalcahue, recorriendo unos unos 1.500 kilómetros. Al año siguiente hice algo parecido, pero enfocado en la Isla Grande de Chiloé (700 kilómetros). Como las ganas de pedalear no se me quitaban fui también a la Isla de Pascua, y recorrí todo lo posible en bicicleta, circundando la isla en 4 días, jajaja. Para futuro y antes de que me ponga más guatón, me encantaría hacer la Carretera Austral en cleta!.

El ingreso a la Universidad marcó mi vida en varios aspectos... ahora viajando me he dado cuenta que es una etapa que la sociedad impone y que en Chile es todo un negocio... en fin, no voy a entrar en detalles, jajaja. Pero bueno, ahí conocí los Trabajos Voluntarios y estos cambiaron mi cosmovisión y mi valoración hacia mí y al ser humano... fuí a todos los trabajos voluntarios posibles, jajaja, y ahí se me ocurrió crear el “proyecto cletas”, enfocado en la reparación y mantención de este particular medio de transporte. Con el apoyo de amigos y compañeros de los trabajos, nos dedicábamos a arreglar cletas, principalmente de los ñiños de las comunidades, ahí aprovechábamos también de enseñar y a la vez aprender de ellos mismos.

Saliéndo de la U me dediqué a trabajar, postergando en parte uno de mis sueños que era realizar un largo viaje por alguna parte del mundo... me especialicé en la cartografía digital y manejo de plataformas SIG (Sistemas de Información Geográfica)... trabajé en consultoras y también en el gobierno (Programa de Riesgo Volcánico, SERNAGEOMIN). De mi último trabajo tengo muy buenos recuerdos, ya que logré en parte disfrutar de mi trabajo y no sólo verlo como una fuente de ingreso. Ahí salía mucho a campañas de terreno, que es lo que me apasiona de mi profesión.

Con lo que va del viaje he aprendido a valorar mi vida por sobre todas las cosas, creo que el trabajo es una herramienta importante pero no es el fin principal de la vida. Me encantaría a futuro dedicarme a laborar en contacto con la naturaleza, ojala sin depender de un horario rutinario ni tampoco de alguna jefatura dictatorial que impida desarrollar mis ideas.


Andrea Magdalena Bahamondes Cornejo 

Soy Renguina de nacimiento, en ese pueblito que me acogió desde la infancia aprendí a amar, cuidar y respetar la naturaleza. Desde niña mi padre me enseñó a subir cerros y desde esa época me quedó gustando. En la universidad integré la rama de montañismo donde aprendí a disfrutar de la montaña de manera segura, lo que aprendí allí lo atesoro porque de ello depende mi supervivencia.

Recuerdo que a los 13 años hice mi primer viaje al extranjero. Por el colegio fuimos con otros compañeros a Porto Alegre, Brasil. Fue un viaje larguísimo porque fuimos en bus; conocimos la Pampa Argentina, parte de Paraguay y por supuesto Brasil. Desde ese viaje que uno de mis sueños es conocer otras tierras y otras culturas.

Cuando comencé a trabajar y a tener independencia económica, comenzó también mi época de viajes más grandes. He tenido el privilegio de realizar viajes al extranjero y he recorrido Chile de norte a sur, en todo medio de transporte existente.

Puedo decir que soy una de las pocas mujeres chilenas que ha realizado los circuitos “O” y “W” del Parque Torres del Paine, con mochila al hombro logré sortear diferentes dificultades, en un trayecto de trekking de 150 km. Nos demoró 12 días, y aunque pasamos frío y mis pies y espalda no podían más, puedo decir que todo ese bello paisaje valió mil veces la pena.

Otro viaje extraordinario fue a Isla de Pascua, donde con mi compañero Pablo buceamos en sus costas e hicimos un circuito en bicicleta por toda la isla.

Por otra parte, les puedo contar que soy Trabajadora Social de profesión. Desde siempre ha estado presente mi vocación de servicio y más allá de eso hay algo que me motiva a estar en permanente contacto con lo social. Siento que hay principios fundamentales que guían mi forma de vivir como son el respeto, la igualdad y la libertad. Eso me ha ayudado a contactarme con las diferentes culturas y personas que he tenido el privilegio de conocer.