miércoles, 11 de agosto de 2010

Yunguyo, Puno

Después de la mansa fiestoca en Copacabana, nos levantamos un poco molidos, pero mucho mejor anímicamente, en especial la negrita que se acostó pa la mismísima… no salimos muy temprano de Yunguyo, pero no nos urgimos porque nuestro próximo destino, Puno, no se encontraba muy lejos.

El año 2006 ya habíamos visitado Perú, y en esa oportunidad habíamos comprado una especie de Turistel, que al parecer en este viaje la vamos a estrujar al máximo. El Turismo en Perú está muy potenciado y nuestros hermanos le sacan el provecho al máximo. La organización de las oficinas turísticas y la información existente y disponible para el turista le pega 100 patas en la esa misma a la existente en Chile y obviamente a la de Bolivia, país donde estuvimos gueviando como una semana para poder conseguir un mapa decente con una pincelada de información turística.

Así que guía en mano cachamos que en un pueblito que quedaba en camino habían iglesias pulentas bacanes… así llegamos a Juli y nos maravillamos con la hermosa arquitectura de sus iglesias, que mezclan etapas incaicas con la llegada de los joder ostia tío me cago en la leche!!!. De tanta vuelta que nos dimos nos dió hambre, así que nos fuimos a nuestro primer encuentro cercano con la comida peruana. Ahí por la módica de 600 pesos c/u aplicamos menú de sopita con segundo de atomatado de pollo y guiso de lentejas, obviamente Px aplicó guiso! y la negrita se fue por el pollo.

Salimos de Juli… pasamos por Ilave… vimos haaaarto alimanito en la carretera… y nos pararon los polis!. Ahí nos pidieron el famoso SOAT, que es el seguro obligatorio de aca de Perú. Obviamente no lo teníamos, pero como acá los polis de Perú son más wena tela que los similares Bolivianos nos dijeron que lo sacáramos en Puno y que siguiéramos nuestro viaje y que disfrutáramos la estadía. Así con esa tarea pa la casa llegamos finalmente a Puno, una hermosa ciudad ubicada a las orillas del Titicaca, que es la puerta de entrada a todo el turismo que se realiza en el lado peruano del lago. Pa variar gueviamos un ratito en encontrar hospedaje con estacionamiento, como no encontramos lo primero y si lo segundo, decidimos dormir en la camio en un garaje como acá le dicen. Dejamos el carro y salimos a caminar. Ahí en la plaza nos topamos con una oficina de información turística y para nuestra sorpresa estaba abierta. Ahí nos dimos cuenta que Perú le lleva bastante ventaja a Chile en lo que es turismo. Las oficinas son completísimas, tienen del mapa que quieras pedirles y los regalan, folletos trípticos por ciudades y atractivos, con un diseño muy llamativo, todos siguen la misma línea de diseño y están impresos en papel de calidad… del que quieras pedir te lo regalan e indican las mejores rutas… en fin, quedamos pa dentro con la calidad de las oficinas de turismo… en Bolivia también fuimos a algunas y si es que no estaban cerradas, o no tenían nada para ofrecer o estaban muy escondidas en las ciudades. No me queda más que felicitar a nuestros vecinos por el organismo de turismo que se gastan, realmente es un ejemplo a seguir.

Ese día nos acostamos más contentos que perro con dos colas, ya que conseguimos buenos mapas, estábamos en una hermosa ciudad, probamos unos pastelitos muy ricos y nos compramos una palta!!!!, que no la probábamos ya hace más de un mes!!!, también compramos pan muy rico y todo se estaba alineando para nuestro viaje.

Saludos, Px.























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