viernes, 5 de agosto de 2011

Río Gallegos (Argentina) a Cerro Sombrero (Chile)

28 de Julio 2011

Luego de esperar que el tiempo mejorara y que abrieran la frontera, llegó el momento de partir. Nos despedimos de Rodrigo… no de Argentina porque volveremos… nuestro próximo destino es Tierra del Fuego y para eso necesitamos cruzar a nuestro chilito.

Íbamos con una emoción que sólo la comprenden las personas que han estado lejos… desde Río Gallegos a la frontera son unos cuantos kilómetros, todo el camino está con nieve. Sacamos nuestra bandera Chilena, jajaj. Vemos la Aduana Argentina, hay varios zorritos que andan rondando el lugar…. Hacemos nuestros papeles, todo bien… y finalmente pasamos al lado chileno… hace un año y dos meses q salimos de viaje!!!!! A pesar de que sabemos que las fronteras son ficticias, creadas por los hombres y que en nuestro viaje las personas nos han tratado como un ser humano más (independiente de que seamos chilenos)… estamos conscientes de miles de cosas (la cagaita que está en nuestro país)…. Igual se siente una felicidad inmensa de llegar a nuestra tierra.

En la Aduana Chilena le contábamos a todo el mundo que veníamos viajando hace mucho tiempo y q nos alegrábamos de estar aquí po!!! Jajja

Entramos a Chile y cambia hasta el pavimento y las señaléticas del tránsito. El pollito estaba más emocionado, él sí que no venía hace rato a chilito. Teníamos susto del SAG porque son terribles para revisar las cosas, no se permite el ingreso de ningún alimento o derivado animal o vegetal. Yo estoy con tarjeta roja con el SAG, así que el Pablo declaró que llevábamos algunos alimentos. Por suerte, atrás de nosotros venía un bus así que nos revisaron rapidito para no hacer taco.

Estamos en Chile!! Ehhh!!!, aunque sea por un ratito!! Nos fuimos hacia Bahía Azul desde donde se toma la barcaza para pasar a Tierra del Fuego. En el camino hay muchas aves llamadas Caiquenes, siempre andan en pareja, la hembra es de color café y el macho es blanco, son como las Guacamayas del norte, no pueden vivir sino es en pareja.

El cruce hacia Tierra del Fuego lo hicimos en una barcaza que nos salió $13.900, por más que le pedimos una rebaja, no nos quisieron bajar ni 100 pesos. Tuvimos que romper el chanchito, una bolsa llena de monedas chilenas jajajja, con esa bolsa fuimos a pagar la módica suma, se reían los tipos y nosotros no parábamos de pedir rebaja, ajjaja pero no dieron su brazo a torcer. Bueno por último los hicimos reír. El recorrido dura aproximadamente unos 30 minutos, en los días nublados se pueden ver toninas que van danzando con las olas, pero esta vez nos tocó un lindo sol con mucho viento.

Conversamos con algunos tripulantes de la nave, como nosotros andamos felices porque pisamos tierra chilena, andamos muertos de la risa… si hasta un tío perdido encontré arriba del barco, jajaj. El caballero me confundió con una sobrina que no ve hace rato, jaja.

Tierra del Fuego es un lugar desconocido para nosotros, primera vez que pisamos esta zona. Esta gran isla se encuentra separada del continente por el Estrecho de Magallanes (la bautizaron así por Hernando de Magallanes), tiene un sector que es Chileno y otro que es Argentino, pero finalmente la gente que es nacida y criada allí se identifica como fueguino.

Nos bajamos del barco, y nos dirigimos al poblado más cercano. El sector norte de la isla es una enorme estepa, hay pequeños cerros y grandes planicies. Por este lado se ve bastante avifauna, muchos caiquenes, guanacos y en la laguna antes de llegar a Cerro Sombrero vimos un montón de flamencos rosados.

Cerro Sombrero es un campamento de trabajadores de ENAP, es un pueblito muy chico pero sorprendentemente tiene un cine y una piscina temperada, jajaj. Como el celular agarra señal nos fuimos a un negocio a cargarle plata para llamar a la familia. La empresa telefónica que alguna vez nos estafó con la letra chica de sus planes (no voy a decir nombre para no hacer publicidad) nos regaló como 100 minutos gratis, jajja. Porque hace mucho tiempo que no le cargábamos dinero jajaj. En ese negocio conocimos a Ulises y a su esposa Irene. Les preguntamos donde podríamos buscar un lugar para pasar la noche y nos indicaron un camping… fuimos a mirar y la bajada estaba muy complicada por el hielo que tenia, así que decidimos ir a la policía. Íbamos tranquilitos en busca de nuestro hospedaje, el Pollito que bajo a hacer pipi y justo para un furgón verde… era Don Ulises que nos siguió para ofrecernos una casa que tiene desocupada. Q buena suerte!!!! … por supuesto que si aceptamos su ofrecimiento y nos llevó a su ranchito.

Es una pequeña casita, tiene una cocina a leña, así que para calentar el ambiente prendimos al tiro fuego. Don Ulises nos dejó instalados en su casita… nosotros estábamos felices, además que hacía un frío horrible… esa noche no podíamos dejar que el fuego se apagara porque sino al otro día amanecíamos tiesos del frío. Hasta cayó nieve y los termómetros marcaron unos cuantos números bajo cero.

Preparamos nuestra cena, el guatero y a dormir.


























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