domingo, 18 de julio de 2010

Uyuni a Tupiza

Esa mañana nos levantamos y nos comimos los tallarines que quedaron de la noche anterior, jajaja, y lamentablemente no nos pudimos bañar porque no salía agua de las llaves… la dueña del hospedaje estimaba que a eso de las 12 del día recién iba a comenzar a salir el agua… nos dijo que el camino a Tupiza por Atocha era pésimo, que ahí casi todos los autos reventaban amortiguadores, fundían motores y que quedaban tirados, así que nos recomendaba que nos fuéramos por Potosí… pero al decirle que después nos íbamos a ir al norte de Bolivia, nos dijo que nos convenía irnos por ahí para no repetirnos el camino… así que con todas esas amenazas las emprendimos para Atocha, pero antes de partir le echamos el ojo a un mapa que había pegado en el hospedaje que era bastante digno y le sacamos algunas fotos. Saliendo de Uyuni pasamos a llenar el estanque a la bomba amiga!, ya que no sabíamos que nos depararía el futuro combustiblístico!... y el camino era bien malo!, pero no taaaan terrible como lo pintaron…. Camino a Atocha nos topamos con un franchute enterrado hasta los coquimbanos en una quebrada, así que paramos a darle una mano para sacarlo… estaba más contento que perro con dos colas, porque al parecer llevaba caleta de rato intentando sacar su vehículo… el venía de Sudáfrica, y al parecer ha viajado por todo el mundo con su autito… nos despedimos y seguimos nuestro rumbo… Al llegar a Atocha nos dieron la bienvenida unos chanchos y un camión del mismísimo oeste… Atocha es un poblado que gira en torno a la minería existente en el lugar, por lo que no es un pueblo muy agraciado… imagínense un Calama en versión más pequeña… donde una torta de relaves y algunas emanaciones de humos destaca frente a la ciudad… Empalmando hacia Tupiza la cosa se pone huena huena, ya que el paisaje cambia drásticamente y luego de ascender hasta unos 4.200 metros sobre el nivel del mar se observan algunos riachuelos congelados. Ahí a la negrita le dió un poco de sed y aplicando sustentabilidad se aplicó el agua del guatero, jajaja… en ese momento no nos dimos cuenta y se estacionó tras la camio otro vehículo y era un shilenito!!!, así es!!!, estaba más emocionao que Sobalaprieta pa las olimpiadas de Massú y González por haberse encontrado con unos coterráneos como nosotros, nos contó que era de la hermosa ciudad de Calama y se dirigía a Villazón a visitar a su abuelo que no lo veía hace 19 años… en gran parte del camino nos topamos con él, ya que íbamos sacando fotos porque en el descenso hacia los milenarios Cañones de Tupiza el paisaje es realmente hermoso… por ahí viendo en internet leí algo sobre la quebrada del Duende, del Inca y otros menesteres… es increíble como los bolivianos no le sacan provecho a los tremendos paisajes que se gastan, ya que el tramo de los cañones es la raja, lleno de formas que con el atardecer resaltan mucho más.
A unos 7 kilómetros antes de llegar a Tupiza divisamos una quebrada y decidimos internarnos para acampar ahí… ahí hicimos papas fritas y crema de choclo, y luego de escribir algo para el blog nos dormimos… despertamos como a las 6 AM con los vidrios congelados en la camio!, pero fue un muy buen lugar para acampar!, después supimos que acampamos en la quebrada del Duende, un lugar muy visitado por su belleza geomorfológica.

Saludos, Px.































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