lunes, 9 de agosto de 2010

Okinawa, Trinidad

Luego de conocer el camino malísimo que unía Okinawa con Río Grande, nos asaltaron las dudas de si seguir esa ruta o devolvernos por otro camino hacia Cochabamba y luego La Paz, el camino era tan malo hasta ese momento, pensábamos q después se pondría pior. Al preguntar nos dijeron que no había drama, que los caminos están buenos porque no es tiempo de lluvias. Decidimos seguir, si estaba muy malo, no podríamos devolver.

Salimos al día siguiente, directo al río para ver como atravesar al otro extremo. El río no es tan grande pero trae harta agua y es ancho. Por la módica suma de $5200 atravesamos el río en un bote pasturri , con 4 personas empujándolo, a pulso!!!! La cruzá más tropical hasta el momento.

Mirando insistentemente a nuestros transportistas, si se iba la movilidad por la corriente demás que aperramos y apoyamos con otros caballos de fuerzas , vimos como estos hombres curpulentos usan todos sus músculos para mover el bote, al parecer disfrutan de la pega porque se rieron todo el rato, por suerte llegamos al otro extremos sin tocar ni una gota de las caudalosas aguas del Río Grande. Seguimos nuestro camino, aún no mejoraba sus condiciones, harto evento, pero igual seguimos, finalmente llegamos al sector con asfalto en el trayecto vimos algo nuevo para nuestros ojos, vacas camellos!!!!!! Siii vacas blancas con unas jorobas enormes en sus espaldas, al principio fue sorprendente, pero después nos acostumbramos a verlas. En ese sector está lleno de esos bichos…

Por esos lugares también vimos los cambios de construcción en las casa de los lugareños, la parte de abajo son de maderas o de una estructura de madera cubierto por hojas de palmera, lo mismo para el techo. Hay harta palmera y árboles de plátano. En el camino vimos unos nidos que se adosan de los arboles, son nidos de barro con pajitas, al parecer son de pájaros.

Logramos divisar fauna salvaje, vimos un montón de pájaros y también vimos monos chiicos y coluos. Durante el trayecto vimos grande focos de incendios, luego supimos que es una práctica habitual en esta temporada, se denomina chaqueo, pero parece que se les paso la mano con tanto fuego porque estaban en alerta naranja. Anduvimos hato y finalmente llegamos a Trinidad, que estaba entre con nubes y humo, de los incendios, nos dieron la bienvenida los mosquitos y nos embetunamos con repelente. La ciudad es la capital de un sector de Bolivia denominado Beni, en la ciudad con mayor número de motos, son caletas!!!.

Al entrar a la ciudad, luego de recorrer algunas calles dimos con un estacionamiento donde nos quedaríamos por la noche, fue el parqueo que encontramos más rápido y lo mejor estábamos al lado de la plaza.
Salimos a caminar y comimos Chicharrón de Pollo y Silpancho, ambos platos por casi mil pesos, baratooo!!

Al día siguiente nos levantamos y salimos caminar, recorrimos el mercado y fuimos a buscar la oficina de turismo, nos pelotearon un poco pero finalmente llegamos, nos entregaron una revista con todo lo que podíamos hacer en esa ciudad tropical. Salimos de la oficina y lo primero que hicimos fue ir a la oficina de migraciones, para arreglar un asuntillo pendiente, cuando entramos a Bolivia nos dieron un papel para estar en el país 90 días, pero el papel de ingreso de la camioneta dura sólo un mes y necesitábamos renovarlo, lamentablemente no era la oficina adecuada y necesitábamos ir a una oficina de aduanas, que en Trinidad no había, así que obligados a solucionar el tema en La Paz.

Luego nos fuimos al Museo Ictiológico, no sabíamos mucho de que era pero igual fuimos. Al llegar vimos un museo de peces, miles de pescaossss de muchas especies, de los ríos y lagunas de Bolivia, hay muchosss, me impresionó, pirañas chicas, grandes, anguilas eléctricas, peces come cacas, delfines rosados, peces de hasta dos metros… unos con tremendos colmillos, ahí decidimos que por nada nos meteríamos al agua, ni cagando!!!

Afuera del museo había dos especímenes acuíferos, eran estatuas, y como decidí no tocar ningún bicho vivo, me subí arriba de ellos, para salir del empacho. Después fuimos a otro museo, pero estaba cerrado, así que fuimos al Parque El Pantanal, donde se entra gratis, en ese parque tuvimos un encuentro del tercer tipo con un ciervo, que ya está acostumbrado al contacto humano y sin ningún pudor se nos acerco y nos langueteo las manos. Hay varias especies de aves, dos ñandús, tortugas, y en un sector había una especie de chancho- elefante acuático, no supimos su nombre, era grande y con una trompita q movía. En la revista que nos entregaron decía que había una culebra enormeee, una especie de anaconda, no la pillamos así que nos conformamos con sacarle una fotito al pollito, jajajja. El parque es tranquilo, se puede hacer deporte, descansar o simplemente recrear la vista con tanto alimalito suelto.

Antes de entrar al parque, íbamos en la movilidad y chocamos con una masa humana en motos, no cachábamos que pasaba!!!, finalmente nos dimos cuenta de que había llegado una celebridad, era el mismisisisimo Gobernador que venía en la caravana. Nos paramos a mirar y hasta se fijo en nosotros, nos miro y saludo, jajaja.
Después fuimos a una feria de artesanías, frente del Cabildo Indígena, pero estaba cerrado. Ahí decidimos emigrar hacia San Ignacio de Moxos, para avanzar en el trayecto, debíamos llegar lo antes posible a La Paz para renovar el papel del auto y no tener ataos, además supimos que el día viernes 6 de agosto es feriado nacional, porque son las fiestas patrias de Bolivia.

Besos y saludos

Negrita





















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