domingo, 8 de agosto de 2010

Samaipata, Santa Cruz, Okinawa

Partimos nuevamente a la ruta decididos a llegar a Santa Cruz de la Sierra, el camino es bellísimo, con una naturaleza frondosa y salvaje. Hay grandes construcciones, casas estilosas (se nota que hay más lucas, luego sabríamos que ese sector es de cocaleros). Antes de entrar a la ciudad nos pilló una lluvia fuerrrteee!!! No nos dejaba ver!!! Una lluvia tropical, con calorsh. En el camino venden harta fruta, principalmente mandarinas y naranjas.

Llegando a la ciudad nos percatamos que está organizada a través de varios anillos, como varios Américos Vespucios. El primer semáforo un lokito quiso limpiarnos los vidrios, le dijimos que no pero insistió, al Pablo le salió la voz de macho, y le dijo: No weon, te dije que no, no te voy a pagar, xq no tengo plata!!! Como el loko ya había empezado, na q hacer, nos miro con cara de odio y termino de limpiar, yo creo q un rato mas y hay pelea. Ya nos habían dicho que Santa Cruz era media rancia, con flaites y bastante delincuencia. Ya con la bienvenida nos estresamos. Nos dirigimos al centro de la ciudad, buscamos un hospedaje, eran todos muy caros, así es que decidimos quedarnos en un parqueo (estacionamiento), en la mayoría no permiten quedarse dentro de las movilidades por los robos, pero finalmente pillamos uno y nos instalamos, la dueña, señora Corina es muyyyy buena onda.

Salimos a pasear, andaba harta gente afuera porque era fin de semana, fuimos a la catedral, a la plaza, donde habían unas personas haciendo huelga de hambre xq el alcalde los había despedido. Fuimos a otra plaza donde había hip hoperos, y por primera vez en Bolivia vimos pokemones!!!.

Fuimos a dejar a la movilidad un polerón y una bebida que habíamos comprado, para seguir paseando, la señora Corina nos dijo que en un sector de la ciudad habían presentaciones de bailes bolivianos, comparsas, diabladas, etc. Y quisimos ir, estábamos a una cuadra de la plaza de armas y se detuvo un jeep a nuestro lado, un señor nos llamo y nos preguntó donde estábamos alojados, y nos pidió nuestros carnet, yo me puse chucara porque era un jeep cualquiera y con personas vestidas de civil, le pedí la credencial de policía, me mostró una credencial que yo encontré media chanta. Nos dijo que estaban investigando tráfico de drogas y nos dijo que nos subiéramos al jeep para revisarnos y que también revisarían la camioneta, a mi no me gustó nada la idea, lo primero que nos dijeron en Oruro es que hay personas que se hacen pasar por polis, y que nunca nos subiéramos a un auto de un supuesto poli. Le dije que si podíamos ir caminando hacia la camioneta, el lokito se bajó y nos dijo Suban! Nos subimos, yo caga de miedo, hubiera preferido mil veces un poli vestido de poli. Íbamos a la camioneta, pero se detuvo nos reviso los bananos y nos pillo los gases pimientas y nos quitó uno. Llamo a la supuesta comisaría para dictarles nuestras identidades porque andaban buscando a unas personas que estaban implicadas en tráfico de drogas, les dicto nuestros nombre, pero ni siquiera nos pidió el número de rut, rarísimo!! Todo fue muy raro, nos hicieron bajar y ahí quedamos, medios asustados y con ganas de salir de Santa Cruz. Y sin ganas de nada nos fuimos al hogar, ahí la señora Corina nos converso harto, nos quedamos más tranquilos, y después de tanto darle vuelta al asunto, mejor pensar que si eran verdaderos polis, xq no nos ocurrió nada. Y también dándole gracias al cielo y a nuestros ángeles que nos cuidan.

Ese día a pesar de que era súper temprano no quisimos salir a ninguna parte, ordenamos las cosas y nos acostamos en la camio. Durante la noche llovió mucho. Se sentía fuerte el aguacero, nos levantamos, conversamos con la señora Corina y su hija, queríamos ir a una fiesta cruceña que había en un parque. La Carola nos fue a dejar a la micro, después de lo que le contamos nos aconsejo y nos dió su fono para que la llamáramos cualquier cosa. Fuimos a la fiesta, compramos un queque de zanahoria, riquisiiiiiimo. Lo que queríamos comer valía carito y nos comimos el puro queque.

Salimos de la fiesta y caminamos, luego de dar algunas vueltas, de ver unas cuantas cosas que no nos dieron buena espina decidimos retornar a la movilidad y partir para otras tierras, con menos ranciedad.

Vimos el mapa y decidimos irnos a Los Troncos, en el peaje, le dijimos al señor para donde íbamos y nos dijo que estábamos equivocados que no era palla, pero como el GPS decía que íbamos bien, le dimos no más. El trayecto al principio es plano, con sectores dedicados a la agricultura, no sé que cosa pero parecían plantas de arroz.

Llegamos a un pueblito que se llama Okinawa, y tenía en la entrada un cartel de bienvenida escrito en español y japonés. Pasamos por ahí preguntando porque chucha tenia nombre en chino mandarín estando en Bolivia. Nuestras preguntas serían respondidas después. Seguimos nuestro camino y llegamos a Río Grande, estaba pésimo el camino, ya se estaba oscureciendo y decidimos buscar hospedajes, en los dos lugares donde nos podíamos quedar nos dijeron que no, que estaban cerrados, buuuu, al parecer por ser extranjeros nos cerraron las puertas en las narices, ahí decidimos devolvernos al pueblo chinoboli, Okinawa. Vimos un hotel, paramos y nos recibió un viejito, era más caro de lo que pagamos habitualmente pero empezamos a conversar y finalmente nos quedamos. El dueño del recinto nos contó que luego de que en Japón lanzaran las bombas atómicas, las personas que quedaron vivas en Okinawa se las trajeron radioactivos a Bolivia, y los dejaron en ese lugar, y como eran tantos hicieron una colonia de japoneses y le pusieron al pueblo el mismo nombre de su pueblo en Japón. Según el viejito es la colonia más grande de Suramérica. Hay cualquier moreno con los ojos rasgados. En la noche vimos tele y hasta tienen un canal de ellos, con series en japonés, comerciales en japonés, de todo para el inmigrante.

Lo otro característico de Okinawa es que hay cualquier moto, la cago, todos ocupan motos, hasta hay taxi motos y hasta tienen terminal. Los motoqueros acá son maestros, llevan hasta 3 personas en la moto y miles de paquetes.

Conversando con el viejito supimos porque el lokito del peaje nos había dicho que ese no era el camino, porque hay un río que en ese sector no tiene puente, y hay otro sector que si lo tiene, en el sector donde nosotros estábamos se cruza por barcaza. Al día siguiente conoceríamos con nuestros ojos la realidad de la cruzada.

Besos

Negrita























1 comentario:

  1. q super experiencia es tan detallado q ya me lo imagine pienso ir a okinawa con las referesncias q diste tengo mas interes en conocerlas arigato...

    ResponderEliminar