sábado, 4 de septiembre de 2010

Oasis de Sangalle a Cabanaconde

Después de descansar todo el día anterior, en la mañana nos preparamos para seguir con la ruta… ese día íbamos a subir unos 1200 metros de altura para llegar desde el Oasis hasta Cabanaconde, donde estaba la camioneta. Obvio que antes de tan gran esfuerzo había que alimentarse y por primera vez en nuestras existencias probamos la Caballa (jurel tipo atún) con pan pasa piola…

Los gringos empiezan a subir muy de madrugada, nosotros nos lo tomamos con andina y salimos del camping más o menos a las 10 de la mañana… a paso de gringo la empinada subida se hace en 3 horas, nosotros q no vamos apurados y tenemos el tuto corto, nos dispusimos de todo el día para hacerla…

Antes de nuestra salida del camping llegó una pareja de gringos, venían bien achicharrados y lo primero que hicieron fue tomar agua y chapotear en el agua… lo más raro q estuvieron menos de media hora y comenzaron a ascender al pueblo, parece q andaban apurados… q lástima, yo creo q así no se disfruta de lo q el lugar ofrece… con ellos nos topamos en la subida y claro… ellos nos pasaron… nos pasaba todos los que iban haciendo la ruta, jajja… la subida es más pesada!!!! Subíamos un tramo y parábamos a descansar y a tomar agua… hay harta circulación de mulas, en ellas bajan todo lo necesario para abastecer al oasis… parece que nos veían que íbamos mal porque cada vez q nos topábamos con un grupo de mulas el señor que dirigía la caravana nos ofrecía una mula para llevarnos arriba… nosotros nos negamos rotundamente… no íbamos mal, sólo caminamos más lento para apreciar bien el paisaje del Colca…

Además de toparnos en el camino con un montón de mulas y gringos… nos topamos con varios nativos que viven en esos pueblitos… bajan y suben con una rapidez q llega a asombrar, ellos están listos pa correr en el Columbia Challenger, les ganan a todos, de seguro!!! Hasta un niño iba casi corriendo bajando… impresionante!

La mejor idea fue haber caminado por esas rutas, luego de observar todo ese entorno me doy cuenta que para conocer de verdad el Cañón hay que pegarse uno de esos trekking, es la única manera de mirar desde todas las perspectiva la belleza de ese lugar.

Llegamos arriba con la lengua afuera y aun nos faltaba para llegar al pueblo, caminábamos como pingüinitos… pa variar nos equivocamos de camino y llegamos a unas chacras, atravesamos algunas rejas, casi nos muerde un perro y luego de todo eso llegamos a una calle de Cabanaconde… lo primero era ir a ver si todavía estaba nuestra movilidad… nos fuimos donde el curita y siii, estaba sana y salva, con su linda capa protectora de tierra… le preguntamos al curita si podíamos acampar en su patio… nos santificó y recién ahí nos permitió poner la carpa… hasta nos dio agua para lavar nuestras humanidades…

Ordenamos los cachureos y fuimos a buscar comida… compramos pancito, no cambiamos el menú, a puro pan… y con las paltas que nos quedaban nos fuimos a ver el atardecer a un mirador… llegamos a paso de pinguino a una especie de media luna, felices de haber disfrutado de ese lugar…

Nos devolvimos al pueblo, fuimos a la picá, menú por 6 soles, sopita, lomo saltado y un mate… con la guatita llena nos fuimos a descansar hasta el otro día…

Besos

Andre



















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