Nos levantamos sin meter mucho ruido, sin molestar mucho, para que los gringos no pusieran mala cara de nuestra presencia… ellos sólo miraban los pájaros… hay muchos, de todos los tipos, colores, tamaños, lo que más me sorprendió fue un picaflor casi del porte de una mariposa, muy chiquitito…
Ordenamos las cosas y nos fuimos al Parque, que tiene una vegetación totalmente diferente a la que está por el lado de Loja, este si que es selva. Nos fuimos caminado y fue lo mejor, muchas mariposas, por todos lados, de mil colores… justo le había dicho a la Fabita que le iba a mandar fotos de mariposas.
Nos deteníamos a cada rato para sacar fotos a las mariposas con las que nos topábamos… también vimos en el camino unos árboles q le cuelgan muchos nidos de pájaros, como un árbol de pascua…. llegamos al parque y el bosque selvático nos inundó… maravillados con todos los árboles, plantas, arbustos, flores, pájaros y por supuesto con las hormigas trabajadoras que son capaces de transportar lo que les permita el cuerpo y más…
Con el calor que hacía nos llamó el río Bombuscaro, ahí nos tiramos unos chaputrones… nos acompañaron varias mariposas, unas amarillas que iban como jugando, andaban en fila y luego hacían círculos, bkan… también había un pájaro que comía mariposas, esperaba q se dejaran de mover y zasss, atacaba…
Más frescos llegamos a la administración para saber cuánto valía la entrada, el caballero nos dijo, 10 dólares por cada uno, por ser extranjeros, como buen chileno pedimos la respectiva rebaja y nos dejó a 5 dólares cada uno, pedimos más rebaja, le contamos toda nuestra historia… y cuando dijimos, bueno, filo vámonos… el caballero nos dijo, yyaaaa bueno pasen!!! Jajaj
Ahí recorrimos el orquideario, llegamos a la Cascada a Poderosa, una cascada inmensamente bella… hicimos un recorrido por unos senderos y vimos un pájaro que está en extinción, es una especie de colibrí gigante…
Todo lo que hay en el parque es único y bello! Menos mal que el guardia nos permitió entrar gratis.
Al salir del parque comenzó a llover, alcanzamos a llegar a Copalinga y despedirnos de Catherine antes que su pusiera torrencial la lluvia.
Seguimos nuestro trayecto por la selva y llegamos a Gualaquiza y nos fuimos a la plaza a buscar el centro de información turística, estaba cerrado y preguntando en la municipalidad donde había lugares para acampar, llegamos a una playa de un río, preguntamos en Sol y Sombra por camping, y la señora nos dijo, acampen ahí, no nos cobró nada…
Nos instalamos con toda nuestra parafernalia, parecemos gitanos con tanta cosa. A la carpa el Pablo le instaló la ampolleta, parecía un verdadero dormitorio… en la noche nos dimos cuenta que por fuera de nuestra carpa, estábamos invadidos de muchos bichos de miles de colores y tamaños, brillaban… todos fueron atraídos por la luz de nuestra carpita…
Negrita.
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