Vilcabamba a Zamora

26 de Septiembre 2010

Nos despertamos en casa de Shanta y Lola, ellos madrugaron porque Shanta sale a caminar y va a la feria y luego juntos van a clases de tiro.

El Pablo terminó de arreglar el pc de Lola y mientras tanto conversábamos, nos mostraron su colección de cactus, de todos los tipos y colores. Nos ayudaron a pasar una bolsa gigante de arroz a unas botellas plásticas para que no se esparramen.

Al pasar unas horas comenzaron a llegar los comensales al restorant y nosotros para no estorbar arreglamos nuestras cositas y partimos nuevamente. Nos sentimos muy acogidos y regaloneados por los dos, fue la raja conocerlos, conocer su estilo de vida, como ambos realizan lo que más desean, uno ser montañista y Lola feliz con ayudar a los viejitos. Nos fuimos con un sentimiento de felicidad enorme, sabiendo que en ellos tenemos amigos.

Emprendimos nuestro camino y nos fuimos a dar algunas vueltas por Vilcabamba, es un pueblito en el que me gustaría vivir. Tranquilo, con naturaleza por todos lados, un río clarito, gente q sin conocerte te saluda, lo que sí hay invasión de gringos, los ves por todos lados, y según la Lola no tienen ni intensión de aprender a hablar español…. vimos hartos gringos hippies viejitos…

Al salir de Vilcabamba nos fuimos a Loja a despedirnos con un abrazo de Diego, no podíamos irnos sin sacarnos una foto… el Diego es igual al Sombra, un amigo de Santiago… cuando lo llamamos justo iba saliendo atrasado a un partido de futbol, la despedida fue rápida…

Luego emprendimos viaje a Zamora que es una ciudad que ya se ubica en el oriente o el sector amazónico. Debíamos subir unos cuantos metros, cruzar el parque Podocarpus y bajar al pueblo.

Ibamos con el corazón ansioso a nuestro encuentro con la amazonia. Lo primero que nos invadió fue la ráfaga de calor y humedad que estaría presente en todo nuestro recorrido por la carretera transamazónica. Pasamos por la cascada de la novia, inmensa!

Desde la entrada de Zamora se ve un reloj enorme, parecido al de Viña del Mar, que va indicando el cambio de hora con una bocina. En la noche el reloj se ilumina. En nuestras vueltas vimos a unos camiones tropicales que están transformados a micros y también vimos el deporte popular y que todo el mundo juega en las calles, en vez de jugar futbol acá se juega el EcuaVoley, que tiene diferentes reglas al tradicional vóley,

Antes de que se nos hiciera más tarde comenzamos a buscar Colapinga Ecologe, que está al lado del Río Bombuscaro, el dato que nos dió Shanta para quedarnos esa noche. Ese recinto es de una amiga de él y nos dijo que seguro nos recibe. Preguntando se llega a Roma y llegamos luego de darnos varias vueltas. Antes de ir a pedir asilo nos fuimos a dar una vuelta a la entrada del Parque Podocarpus, que según Shata si queríamos ver selva debíamos entrar. Llegamos allá y había una familia que nos metió conversa y hasta nos regalaron empanadas de queso. La entrada estaba cerrada por la hora…volveríamos al otro día.

De ahí nos fuimos a Copalinga, que es un hotel ecológico enorme, queda fuera de la ciudad a unos dos kilómetros de la entrada del Parque Podocarpus. Catherine la dueña recibe a puros gringos que van a estudiar las diversidad de pájaros que se da por esos lugares.

Llegamos allá y preguntamos por la amiga de Shanta, le pasamos un papelito con el que nos mando y ella, sin dramas, nos dijo, pero por supuesto, estaciónense allí… nos advirtió que los pajarólogos se levantan súper temprano a ver las aves, por si nos despertábamos por el ruido… cuando estábamos preparando nuestra comida, Catherine llegó con dos platos de una comida exquisita, pescado al horno con salsa picante de coco y arroz, ufff!!! Que nos dijeron a nosotros que estábamos preparando sólo una ensalada de habas.

Cuando estábamos comiendo vimos unas pequeñas luces, al principio pensé que eran linternas, pero luego nos dimos cuenta de que eran luciérnagas!!! felicidad sentí en ese momento, jamás en mi existencia había visto luciérnagas… fue bakan!!

No queríamos que el lugar se viera feo porque a pesar de que nos dijeron que nos podíamos quedar, igual era una Ecologe!!!, una cuestión gigante, bonita y pa gente que tiene muchas lucas!, y nosotros picantes durmiendo en la camioneta, jaja. Tuvimos cuidado de dejar todo ordenado y limpio. Para no afectar el entorno...

Saludos!

Negrita.