El caballero que cuida la finca donde nos quedamos es muy amable, nos dice q ocupemos la piscina, la cocina, que si tenemos ganas de ver televisión nos abre una habitación para que veamos tranquilos, pero ya estamos tan acostumbrados sin la tele, no nos llama la atención estar sentados mirando una pantalla. Nos ofrece de todas las frutas que tiene, verdes para hacer patacones, naranjas, mangos, ufff de todo para el desayuno. El lugar es muy tranquilo, sólo se escucha el canto de los gallos, de los pajaricos… somos los únicos hospedados, nos relajamos y no queremos irnos tan rápido de ese lugar… después de dormir en estacionamientos ese lugar es un lujo. Nos damos unos chaputrones en la piscina, descansamos, dormimos y al medio día ordenamos nuestras cosas y seguimos rumbo a nuestro próximo destino.
Salimos de la finca y nos fuimos a dar un paseo por Armenia, justo se puso a diluviar y no pudimos bajarnos a recorrer todo, sólo echamos un vistazo a través de la camioneta. Fuimos a la Plaza de Bolivar, fuimos a la ver la catedral, anduvimos por el centro y tb fuimos a ver el parque de la vida, pero con el agua q estaba cayendo imposible bajarse.
Llegamos a la carretera que conecta Armenia con Ibagué y ahí comenzó nuestra espera, la están arreglando y había una cola enorme de vehículos que estaban esperando avanzar.
El camino es de puros cerros, muy frondosos, tenemos vistas privilegiadas desde ese sector, pero avanzamos a un kilometro por hora. Nosotros pensábamos hacer la ruta en menos tiempo y finalmente para andar 100 kilómetros nos demoramos cerca de 4 horas.
La carretera es de dos vías, van muchos camiones porque es la vía hacia Bogotá y por eso hay más demora en recorrerla… estos tipos manejan súper mal, adelantan en curva, nunca señalizan, se paran donde quieren, no respetan a nadie… Y nosotros tenemos que andar con más cuidado de lo normal para que no nos choquen.
Le sacamos una foto que representa a casi todas las carreteras de Colombia, dice “este es nuestro equipo” y salen dos trabajadores y dos policías y al fondo los militares. En todas las carreteras hemos encontrado militares!!!!! Y más en los sectores q son zona roja.
Se nos oscurece en el camino, nunca nos ha gustado viajar de noche, pero vemos algo que nos gusta, todos los camiones parecen árboles de navidad, se iluminan por completo!!
Llegamos a Ibagué y entramos por el mercado, casi por inercia cerramos las puertas con seguro, no se ve muy tranquilo, pero avanzamos hacia el centro y ya se ve más gente, buscamos un estacionamiento, no nos costó nada… nos dejan quedarnos en uno que hasta tiene baño… salimos a caminar por la plaza y nos devolvemos a cocinar.
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