Despertamos en el hotel de los narcos. La mañana estaba fresquita, desde el lugar donde estábamos se veían los cerros cubiertos de neblina. La gente acá tiene otro ritmo, se levantan muy temprano y también se duermen muy temprano. Estaban haciendo la mantención de las piscinas y de los jardines. Nosotros ordenamos nuestras cosas, cocinamos y partimos nuevamente.
En ese sector ya comienza a cambiar el paisaje, es más de altura, hace un poco más de frío y las construcción de las casas también son diferentes, son de adobe con tejado.
Finalmente llegamos a nuestro destino Villa de Leyva. Una ciudad hermosa, edificaciones coloniales, todas pintadas de blanco, con balcones de madera, algunos adornados con flores. Al parecer este pueblito es bien turístico, llegan muchas personas a conocerlo.
Dejamos la camioneta y salimos a caminar. Paseamos por sus calles empedradas, visitamos la Plaza principal, que está rodeada de edificios antiguos. Toda la plaza es empedrada, ese día estaban arreglándola. Íbamos caminando y vimos una nube de lluvia que se acercaba, todas las personas comenzaron a esconderse bajo techo y nosotros hicimos lo mismo, nos escondimos en un cajero automático, nos tuvimos que meter porque la lluvia era muy fuerte y con viento. Unos perritos y una mariposa también buscaron refugio en el mismo lugar. Cuando bajo de intensidad el aguacero nos fuimos a la camioneta. Estábamos pasando por una iglesia y un tipo nos hace señas, se acerco y nos dijo que nos había visto hace dos días atrás en otro pueblo y que estábamos haciendo la misma ruta. Nos dijo que iba a almorzar, que fuéramos, pero iba a entrar a un restorán que se veía carito, así q mejor seguimos nuestro camino.
Salimos de Villa de Leyva con destino a Barbosa, nos metimos por un camino horrible, no pudimos avanzar, el barro era como greda y el 4x4 no funcionó… sólo quedaba la opción de marcha atrás…. Llegamos a un pueblito que se llama Moniquirá, era chico y no tenía mucha gracia. Buscamos un parqueadero para pasar la noche y ninguno nos quería aceptar, llegamos a uno que nos contó que ya han ocurrido casos en que dejan vehículos cargados con drogas, son señuelos para pasar el cargamento más grande. Y los dueños de los estacionamientos para ahorrarse problemas no dejan q nadie se quede adentro. Esa misma gente nos dio el dato de una persona que quizás nos decía que si, llegamos y la vieja carera nos quería cobrar el triple de lo que realmente se cobra en un estacionamiento, extranjeros pero no weones. Le dijimos q no, que nos hemos quedado en el patio de hoteles por el precio que nos estaba cobrando, con piscina, baño y todo… nica íbamos a pagar por un estacionamiento todo cochino, sin techo, sin baño, y la vieja cuando escucho todo ese argumento nos redujo al precio que correspondía.
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