jueves, 9 de diciembre de 2010

Parque Tayrona

22 de Noviembre de 2010

El día anterior nos habíamos puesto de acuerdo con Nurvi y su esposo que nos juntaríamos a las 7:30 de la mañana, nos levantamos mucho antes para dejar ordenada la camioneta y ordenar las cosas que llevaríamos. Les propusimos hacer fideos con atún y al final salimos pa atrás por tuvimos que cargar todo nosotros, la olla, la cocinilla, la comida, el agua, todo lo q es el almuerzo.

Nos fuimos en su auto, porque si íbamos en la camioneta nos iban a descubrir que somos extranjeros. Íbamos Nurvi, su esposo Roberto, sus hijos Dayana y David, la sobrina María Isabel y nosotros. Cuando llegamos al parque nosotros íbamos mudos, no hacíamos ningún ruido que delatara nuestra ausencia de acento colombiano. Roberto uso el don de la palabra y convenció al tipo de la entrada de que éramos colombianos. Vemos la boleta y es increíble… te cobran hasta los suspiros, cobran el derecho a entrar al Parque, cobran el ingreso del vehículo y además el estacionamiento, si te quieres quedar tienes que pagar por día, además te cobran por día el arriendo de un lugar para poner la carpa. Si nosotros hubiéramos entrado por nuestra cuenta nos hubiera salido el cuatriple de lo que salió.

Se puede llegar a un sector en vehículo, hasta el parqueadero, después hay que caminar dos horas hasta llegar a las playas. No era nada de complicado el tema de caminar, solo que estaba el camino todo con barro y además ellos no andan preparados para la caminata. Al final para caminar se sacaron las chalas y caminaron a pie pelado… la caminata no estuvo exenta de porrazos y embarradas.

El paisaje es bello, bosque totalmente tropical. Hay carteles señalando que hay animales exóticos como el Mono Titi y las guacamayas, parece que se escondieron de nosotros porque no vimos ningún alimalito. Lo que sí vimos muchassssssssss filas de hormigas que andan trasladando hojitas a sus hormigueros. Después de una larga caminata entre palmeras llenas de cocos, enredaderas y mucho barro, llegamos al Sector Arrecife donde hay un hotel con restaurant y zonas de camping, caminamos un poquito más y llegamos a la playa, es bello, pero no está permitido nadar porque el oleaje es muy violento, ya han muerto más de 200 personas.

La playa estaba toda sucia porque ha habido algunas tormentas y el agua ha arrastrado restos de palmeras, arboles, hojas, palos. Lo bello de estas playas es que se mezcla el bosque tropical con playas blancas de agua transparente. Seguimos caminado y llegamos a la playa la piscina, estábamos emocionados pensando que podríamos hacer snorkel pero el agua estaba más oscura de lo normal y había muchas olas. Igual provechamos el aguita y nos bañamos mucho.

Llegó el momento de caminar de vuelta, antes de que se pusiera el sol, nosotros escogimos otra ruta para llegar al parqueadero y la familia con la que fuimos se devolvieron por el mismo camino. En el camino vimos algo que jamás habíamos visto, una cuncuna gigante, era como del largo de un pie nuestro y era de color negro con amarillo luminoso. Nos acercamos a mirarla mejor y era violenta, levantaba la cabeza como para morder, además en la cola tenía un aguijón grande.

Al ratito llegamos al lugar donde estaba el auto, nos juntamos con Nurvi y los suyos y nos devolvimos a Santa Marta. Nos fueron a dejar al negocio de Cesar. Compramos una torta para compartir con Mónica, Cristina y Doris. Nos reímos mucho, nos enseñaron algunas frases como cara de monda (cara de pene) y nosotros también les enseñamos algunas cosillas. Después de un día tan largo nos fuimos a descansar.






































No hay comentarios:

Publicar un comentario