Llegó el momento de decir adiós a Isla Margarita, teníamos pasajes para el ferry y debíamos estar a las 6 pm embarcándonos.
Debíamos ordenar nuestras cosas, como se nos ocurrió bajar todo de la camioneta, era el momento de volver a subirlas… aunque no fue tan difícil, ya llevamos 6 meses viajando y sabemos de memoria el lugar de cada cosa… un orden estratégico para que quepan todos los cachureos que andamos trayendo… hasta andamos con una bolsa grande con basura, plásticos, papeles y cartones para botarlos en algún lugar donde reciclen.
Ya cuando teníamos todo listo, partimos en caravana, con el escarabajo también, a la casa de los papás de César para despedirnos… fueron muy cariñosos con nosotros, los llevaremos en nuestros recuerdos por siempre.
Llegamos al puerto y esperamos para embarcar. El barco es enormeee!! En el primer nivel están los autos, escapamos luego de ahí porque había mucho olor a combustible quemado. El piso que sigue es para turistas (nosotros habíamos comprado ahí pero después el César nos advirtió que no era un buen lugar, no hay aire acondicionado, las ventanitas son tan pequeñas que no alcanza a entrar mucho aire, además llega todo el olor a combustible de los autos, menos mal que lo pudimos cambiar a tiempo… el César decía que ahí iban los esclavos, jajaja), luego viene el piso donde nosotros teníamos pasaje, los asientos son todos pegaditos, una persona con piernas largas yo creo que sufre, pero nosotros que somos de tuto corto no nos afecto.
Tiene otros dos niveles, uno que es el salón Vip, y arriba está el sector de las hamacas.
No había mucho que hacer, paseamos por el barco, comimos pan con cereales y semillitas que preparó Ámbar para el viaje… Assha dibujó el barco con todos adentro y después nos quedamos dormidos… ni sentí cuando me estaban despertando para bajarnos…
Llegamos a Puerto La Cruz, nos bajamos del ferry y nos estacionamos dentro del puerto, ahí armamos la suite… Ámbar y Assha durmieron dentro del escarabajo, César afuera en una colchoneta.
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