Salimos de la estación de servicio y emprendimos camino a Puerto Madryn… el paisaje del camino es pura estepa patagónica, vimos hartas Martinetas, son unas aves parecidas a las codornices per más grandes. Ese día hubo mucha ceniza volcánica y en la ruta se notaba mucho porque era como estar dentro de una nube, además los camiones levantaban toda la ceniza del camino.
Vimos un accidente de dos camiones, uno de ellos era de cerveza Quilmes, el Pollito casi q reza un padre nuestro por todas esas botellas desperdiciadas, jaja. Buenos, los choferes salieron ilesos del accidente. Por toda esta ruta se ven muchos, pero muchos camiones, lo peor es que son pésimos conductores, como son caminos rectos se aprovechan y andan a más de 100 km/h, lo mismo que los autos… a nosotros nadie nos apura así que andamos a 80, siempre nos adelantan y presionan, pero filo, nosotros queremos llegar vivos a nuestro destino.
En el camino terminé de hacer el bolsito de lana… ahh! les contamos que tenemos otra manera de resolver las discordias en el equipo, jajaj. Ahora cuando uno quiere ir a un lado y el otro no quiere, tiramos una moneda, y lo resolvemos al cara y sello, mucho más fácil y nadie se enoja, jaja. En este tramo el Pollito quería ir a unas playas pero no tenían mucho brillo, había que desviarse mucho para ir, yo no quería, así que cara y sello. No fuimos a las playas… a las horas llegamos a Madryn.
En la ruta vimos un cartel de Bienvenidos a la Patagonia, Provincia del Chubut… nos bajamos a sacarnos unas foticos, es la primera vez en nuestras vidas que pisamos tierra patagónica!!
Llegamos a Península Valdés, una reserva ecológica… fuimos a la oficina, sabíamos que tienen cobros diferenciados para extranjeros y queríamos pedir una rebaja… nos dijeron que no!! Pero nos dieron unos datos de donde podríamos ver ballenas sin acceder al parque!!!! Partimos rápido antes que se oscureciera.
El camino es de tierra, primero paramos en una punta y vimos dos ballenas!!!!!
Seguimos recorriendo la costa y no podíamos más de la felicidad, eran muchas!!!! Saltaban como si nada, mostraban sus colitas, sus aletas… en una ocasión salto una muy cerca de la orilla!!! Había muchas personas mirándolas.
Esa noche no nos quisimos ir a la ciudad y nos quedamos a la orilla del mar, esto es único!!! Jamás habíamos visto tantas ballenas juntas. Fue la mejor decisión haberse quedado ahí, hacia un frio horrible, pero vale mil veces la pena.
En la penumbra de la noche nos acercábamos a la orilla y no se veía mucho, pero se escuchaba cuando las ballenas aleteaban y tiraban el agua por ese orificio que tienen en la espalda, fue genial!!!
Cocinamos y nos metimos al comedor de la camioneta a comer la cena, es q afuera se pone muy fría la comida y ni un brillo comer frío.
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