sábado, 27 de agosto de 2011

Cerro Sombrero a Porvenir

29 de Julio de 2011

Al final se nos terminó apagando la estufa y en la mañana cuando despertamos no quedaba ni un bracita y puchas que se sentía el frío. Volvimos a prender la cocina para calentar agua y tomar desayuno. Fue campestre esa despertada, si hasta se escuchaban los chanchos que andaban afuera de la casa, jajja. Don Ulises tiene unos cuantos chanchos para consumo personal.

Ordenamos nuestras cosas y partimos a despedirnos de Don Ulises y su esposa, pero no estaban, el local estaba cerrado. Qué lástima, no alcanzamos a agradecerle el favor que nos hicieron! Aprovechamos de pasear por el pueblito, q en realidad no es muy grande. Las casas son muy características de la zona, son de madera, algunas forradas por latas para que no penetre la lluvia y la nieve.

Nuestro próximo destino era Porvenir, así que para averiguar cómo estaban los caminos fuimos a los polis para que nos informaran por donde irnos. Fuimos a puro correr riesgos, porque andamos con todos los papeles vencidos de la camioneta y hasta la licencia del Pollo está vencida, pero bueno si nos preguntan, les explicamos…. Salimos del retén sin problemas, jajaj ni nos pidieron documentos.

Después de un rato las emprendimos hacia Porvenir. El paisaje va entre pequeñas elevaciones de tierra y planicies y todo cubierto por la nieve. El Pollito no se aguanta más y para al baño en plena ruta, jajja, justo cuando le dio el ataque había un baño químico, porque el problema tanto de la Patagonia como del desierto, es que no hay ni un arbolito que tape la humanidad cuando se va al baño jajja.

El camino se puso medio feito, estaba congelado!!! Anduvimos un rato tranquilos hasta que llegamos hasta una gran pendiente, como estaba toda congelada preferimos poner las a los neumáticos. Bueno para los que preguntan, el Pollito las puso y yo fui la ayudante y saque fotos, primera vez que usamos las cadenas.

Justo subió un camioncito y nos dijo que el camino estaba bueno, justo allí iba la esposa de Don Ulises así que aprovechamos de agradecerle el hospedaje. Bajamos la pendiente sin contratiempos.

Lo que más se ve en la ruta son guanacos, ovejas y caiquenes… estancias se ven a lo lejos y personas menos. Hay ríos que atraviesan la ruta y en las orillas se forma bastante hielo.

Después de pasar por una laguna congelada, llegamos a Porvenir. Es la ciudad más grande de Tierra del Fuego del lado chileno, tiene alrededor de 5.400 habitantes, no es grande.

Llegamos apuraditos a la municipalidad para hacer los trámites vencidos de la camioneta, pero lamentablemente estaba todo cerrado, día viernes cierran todo antes. Buuu.

Nos estacionamos en la plaza central que es muy linda, tiene unos pinos en forma de helados, jjajaj. Al parecer con el viento que corre acá, son los únicos árboles que se mantienen en pie. En el centro de la plaza hay un homenaje a los indígenas de la zona, los selknam.

Caminamos por la costanera y por algunas calles de la ciudad. Cuando oscureció se nos ocurrió ir a pedir ayuda a los bomberos. Y como siempre nos dieron una manito. Compramos pancito y el pate más caro del mundo. Todo porque teníamos antojo de comer pate, tomamos tecito con los bomberos que estaban por ahí. Luego llegó Gustavo, el jefe del departamento, estaba medio complicado porque no tenía lugar para que durmiéramos…. Nosotros le dijimos, no se preocupe, si andamos con colchón, lo tiramos en la entradita y mañana lo sacamos temprano!!

Conversamos harto rato y nos invitó a conversar con un amigo, para aprender más de los indígenas de la zona. Partimos al colegio, donde estaba Norman, el es profesor, es aimará y se vino a trabajar a Tierra del Fuego hace mucho años. Nos cuenta que de puro intruso se puso a investigar a los Selk`nam, si hasta escribió un libro de ellos, ha hecho obras de teatro y también es el responsable de todas las esculturas que están en la comuna.

Con ellos estuvimos compartiendo hasta como las 3 de la mañana, conversando de varias cosas y por supuesto de la historia de Tierra del Fuego… bueno este archipiélago tiene ese nombre, porque cuando llegó Magallanes al estrecho vio fuegos dispersados por toda la isla.

Antes de que llegaran los europeos a invadir estas tierras, habitaban los Selk´nam en el norte de la isla, Norman nos explica que también les llaman Onas, pero que según las investigaciones que ha realizado, Onas es en un tono despectivo. Los Selk`nam eran cazadores y recolectores. Más al sur estaban los Kawaskar y Yamanes, ellos eran principalmente pescadores nómades.

Estas tribus tenían su propio lenguaje y tradiciones. Norman nos cuenta de una de las ceremonias secretas más importante, el Hain, un rito donde sólo los hombres participaban. Los jóvenes participaban en una serie de pruebas para ser considerados hombres adultos. En ese rito también los hombres adultos enseñaban a los jóvenes el secreto para mantener sometidas a las mujeres. La ceremonia consistía en disfrazarse con temidas máscaras y con el cuerpo pintado. Aparecían ante las mujeres lanzando gritos y alaridos como si fuesen espíritus malignos. Cada vez que realizaban esta ceremonia, las mujeres huían desesperadas a buscar a sus esposos para que les protegieran. Norman nos dice que las mujeres sabían de lo que se trataba esta ceremonia, y sabían que eran los hombres los que se disfrazaban pero seguían manifestando miedo para continuar con la tradición.

Los Selk`nam eran altos, medían 1.80 metros y eran fornidos. Se caracterizaban por cazar guanacos, por construir arcos, flechas con puntas de piedras y hondas. Se vestían con las pieles de guanaco y construían pequeñas chozas de ramas y pieles para cubrir la fogata que hacían en su interior.

Norman nos cuenta que los indígenas de la zona fueron terriblemente exterminados. Había un tipo que se dedicaba a cazarlos y matarlos, José María Menéndez y Julio Poper fueron algunos, y en otros casos, los primeros ganaderos que llegaron a la zona los eliminaban porque los indígenas cazaban sus animales. Y es porque tenían otra mentalidad, ellos vivían de lo que les daba la tierra y no conocían la “propiedad privada”, mentalidad con la que llegaron los europeos. Incluso nos decían que los estancieros hacían cenas e invitaban a los indígenas y les daban comidas envenenadas y así llegaron a matar a unas 700 personas de una.

Bueno, a la zona llegaron también los evangelistas que hacían que los indígenas se pusieran ropas y que comieran comida preparada, pero sus organismos eran completamente diferentes. Les daba alergia la ropa y sus órganos digestivos no resistían la comida occidental. Sus cuerpos estaban adaptados al frío y a comer grasas de los animales. Norman nos decía que cuando encontraban una ballena varada, les sacaban la grasa y la ponían a fermentar y eso era un manjar para ellos.

Otra de las causas del extinción de esa raza fue por la cantidad de enfermedades a las que estuvieron expuestos con la llegada de los europeos. Así fue desapareciendo toda la raza indígena de la zona. Actualmente, sólo queda una anciana de origen Yaman que se encuentra en Puerto Williams, Isla Navarino.

Lo que les relatamos son algunas de las cosas que aprendimos, la verdad es que fue muy interesante la velada, aprendimos mucho de lo que nos contó Norman y Gustavo.


































2 comentarios:

  1. buenisimas las fotos, yo hice el servicio militar en esos lugares y me enamore de la zona es linda y tiene algo especia que no lo puedo explicar por eso doy gracias por las fotos que me traen buenos recuerdos

    ResponderEliminar