El tramo que nos tocó ese día fue pesado. Comenzamos el día visitando la ciudad. Puerto San Julián no es grande, tiene una pequeña cascada, que sólo funciona en verano, ahora no tenia agua. En su costanera hay un memorial a los caídos en la Guerra de Las Malvinas y también hay una réplica del barco que trajo a Magallanes a estas latitudes del globo.
En la ruta vimos ñandús y guanacos, luego de andar unos kilómetros llegamos a Piedra Buena, nos habían dicho que es lindo y lo lindo que tiene es que es un pueblito bien ordenado, limpio y bien adornado. Todos sus basureros son con dibujos de animales del sector. Hay un parque infantil con muchas esculturas de dibujos animados. Y en la calle principal hay un viejo pascuero en trineo, pero en vez de andar con renos, este viejito anda con guanacos, jajaj.
El pueblito tiene varias esculturas y murales, es bien pintoresco, cerca hay un río muy grande.
Seguimos nuestro recorrido, íbamos fascinados sacando fotos a los miles de guanacos que vimos en la ruta. Paramos en el Parque Monte León pero lamentablemente está cerrado en invierno, sólo abren en primavera y verano. Pero igual nos atendió un guardaparque muy simpático que nos mostró fotos del lugar y nos contó que en el parque se pueden ver muchos pumas.
Nos advirtió que siguiéramos el viaje con precaución porque la carretera se escarcha y es muy fácil que el carro pierda el control. Y es verdad, todas las pozas de agua estaban congeladas!!! Partimos antes que se nos hiciera más tarde. Vimos un armadillo comiéndose un guanaco muerto y el Pablo se bajo a sacar fotos… yo estaba medio asustada porque se notaba que en el lugar donde nos estacionamos han ocurrido varios accidentes, había hasta unas puertas tirada por ahí.
De nuevo tuvimos un lindo atardecer… de repente vimos una gran llamarada de fuego, pensamos que era un accidente pero acercándonos nos dimos cuenta de que era una fuga de gas con fuego. Es que en este sector tú haces un hoyo y sale gas o petróleo, jajaj.
La ruta se pone fea!!! Muy fea, porque comienza a bajar la temperatura y es más fácil que se escarche, y la mala cuea que comenzamos a entrar a una zona de neblina muy espesa, apenas se veía a pocos metros, nosotros íbamos a paso de tortuga y los atarantados de los argentinos como siempre iban echando carreras.
Luego de un buen rato llegamos a Río Gallegos sanos y salvos.
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