Es día lunes y partimos a hablar con la gente de la municipalidad. Llegamos en un mal día, porque no había nadie. Nuestra intención era hablar de la ciudad, de su historia y bueno juntarse con la gente y conversar.
Buscamos a la gente de Servicio País, pero nos enteramos que ya no existe el programa en la comuna. Pero justo había una ex Servicio País que se quedó viviendo allí. Así que conversamos un ratito con ella. Después nos fuimos a la biblioteca y vimos algunos libros de la comuna.
Paseamos por última vez por las pasarelas… con la luz del día se puede ver que la comuna tiene una lucha eterna contra la basura. A orillas de todas las pasarelas ubicadas en la bahía hay muchos escombros botados, es una pena. Además, nos decían que en el verano no es muy agradable el olor, porque los desagües van directo a la bahía, menos mal que la mayoría del tiempo hace frío y llueve porque sino la gente viviría con un olor a water!!.
Mirábamos atentamente cada detalle para guardar en la retina todo este paisaje. Lamentablemente llegó la hora de partir… Adiós Tortel! Antes de alejarnos de la ciudad fuimos a conocer el aeródromo, donde está ubicada la más larga pasarela de toda la comuna. Conecta a la ciudad con el aeródromo, es largaa!!! Y bella.
Nos alejamos de Tortel, la ruta nos deja boquiabiertos con tanta belleza. Cómo explicar lo que sentimos en esos momentos. Vemos muchos cóndores… algunos gauchos van con sus caballos y perros recorriendo la ruta. Las nubes cubren de gris el cielo, pero en algunos momentos se mueven y nos dejan ver el azul del cielo, contrastado con el blanco de la nieve de las montañas. Realmente, está región es “reserva de vida”. En algunos momentos se nos olvida que unos cuantos kilómetros más arriba hay una selva de cemento que también forma parte de nuestras vidas.
Los árboles también tienen su particularidad… crecen unos hongos de diferentes colores en sus ramitas.
Llegamos a Cochrane, esa noche la pasaremos allí. Tenemos que ocuparnos de algunas cosas domésticas como el cambio de aceite de la camioneta y la rotación de neumáticos. Buscamos al mejor postor y nos quedamos con un mecánico que tenía harto trabajo. Con una luz que le puso el Pablo, logró hacer el cambio de aceite. El nos decía que como Cochrane estaba tan cerquita de una ciudad Argentina, él iba a doctor allá, inclusive él y su hija se estaban haciendo tratamientos dentales, jaja.
Ah y nos dijo las mejores frases que representan el ritmo de la Patagonia… “El que se apura en la Patagonia, pierde su tiempo” y “No hay que apurarse porque la Patagonia ya está hecha”.
Bueno, ahí nos comentó que algunas personas han sacado provecho de Hidroaysén aunque no están de acuerdo, han postulado a proyectos y han hecho microempresas. Bueno Hidroaysén quiere hacer mil cosas para ganarse a la gente y para que no estén en contra del megaproyecto, pero igual la gente no vende su conciencia.
Terminamos el cambio de aceite y nos fuimos a buscar un lugar para dormir, llegamos a la comisaría y los polis nos dijeron que podíamos estacionarnos afuera. Cambia la cosa acá, nos atendió un tipo que se notaba que era de la capitale porque hasta cambio su forma de hablar, sino hubiera andado con uniforme lo hubiéramos confundido con un flaite. Bueno, los polis no se comparan con los polis de Argentina. La disposición es diferente, para los chilenos todo es más complicado. Con suerte nos prestaron el baño y nos dieron agua caliente. El frío nos gano y nos metimos a la camioneta.
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