domingo, 23 de octubre de 2011

Chaitén

7 de Septiembre de 2011

Nos despertamos con unos golpecitos en la ventana… Abrimos y un tipo en chileno agringado nos dice que no podemos estar allí porque es propiedad privada…. Chutaa!!! Más atados!! Se nos vino a la mente el pueblito anterior “La Junta”.

Nos levantamos ordenamos nuestras cosas y llega el gringo… se presenta, se llama Nicolás, y nos ofrece café… ahí nos dimos cuenta que viene en son de paz, menos mal.

Con Nicolás conversamos mucho rato, él nos contó muchas cosas de Chaitén después de la tragedia. Él llegó a la zona hace muchos años y se enamoró de sus paisajes, cuando fue la erupción a él también lo evacuaron y se fue hacia el norte… pero el amor por esta zona lo hizo regresar, como a muchos.

Después de la erupción, todos sus habitantes fueron repartidos entre Puerto Montt, Palena, Futaleufú y Chiloé. La idea del gobierno de turno es que no se volviera a reconstruir la ciudad en el mismo lugar, sino que fuera construida en Caleta Santa Bárbara, a unos cuantos kilómetros al norte. Se hicieron muchos estudios e incluso la estación de policías fue construída en ese lugar… perooo. Por lo que nos contó Nico, se va a reconstruir Chaitén donde mismo. Nos dice que hay intereses políticos y económicos de por medio por eso no querían reconstruir allí, e incluso incendiaron la gobernación y otros edificios públicos que quedaron buenos sólo de mala leche para que no quedara ningún registro.

Ha sido muy difícil para la comuna levantarse… la mayoría de las casas las compró el gobierno por lo que son propiedad fiscal, y si las personas quisieran volver a vivir a la ciudad tendrán que volver a comprárselas al estado. Ese es un problema, porque ya que está decidido levantar la ciudad los servicios básicos tienen que funcionar, ahora el problema es que las casas buenas son para que funcionen los organismos del estado y por lo mismo las personas no tienen donde vivir.

Eso sí, hay un sector de Chaitén que no tiene autorización para ser reconstruido porque es por donde pasa el lahar, pero las personas no quieren dejar sus casas, e incluso hay gente viviendo en ese lugar, sin luz ni agua potable.

Nicolás es un pionero, el nunca quiso dejar su hogar ni su trabajo, trabaja por la reconstrucción y tiene una empresa de turismo, incluso nos cuenta que hace expediciones científicas a vulcanólogos.

Vemos desolación, pero igual hay vida y gente que quiere levantar la ciudad de sus amores. Es que no debe ser fácil dejarlo todo… hay personas que levantaron sus casas y tuvieron a sus familias… con todo lo difícil que era cuando no había nada, pero aún así no se dieron por vencido y no lo van a hacer ahora.

Nos conmueve la historia de Nicolás… vemos sus lágrimas cuando nos cuenta todo… no es fácil y sobre todo si no hay mucha ayuda del gobierno. Nico anda con su hija, nos cuenta que su familia se fue un tiempo al norte, pero ahora volvieron su esposa y sus hijas. Sus hijas nacieron en Chile pero hablan perfecto el inglés… ellas no van al colegio sino que sus padres se ocupan de su educación, en una instancia porque los colegios no funcionaron hasta hace poco en Chaitén, pero luego les acomodó la modalidad de enseñarles en casa, dice que aprenden más, aunque son muy cuestionados por la opinión pública.

Nos despedimos, ellos deben seguir haciendo sus cosas y nosotros debemos averiguar sobre la barcaza que nos llevará desde Caleta Gonzalo a Hornopirén. Llegamos a la oficina de la naviera y no hay pasajes hasta como tres días más. En un principio me vino una especie de angustia… qué vamos a hacer tres días acá? Qué lata!! Pensé y hasta me puse de mal humor con el Pablo, q no tenía nada que ver, jaja. Qué torpe soy a veces. Bueno, ligerito se me pasó la tontera y compramos los pasajes, nada que hacer, sólo esperar.

Ahí se nos ocurrió la idea de ir a las Termas del Amarillo, no son caras, así tendríamos panorama por lo menos para un día y aprovecharíamos de bañarnos, porque ya estamos medios hedionditos.

Recorremos de nuevo la ciudad… la devastación es enorme. Muchas casas destrozadas, autos todos oxidados, buses aplastados… es increíble. En el sector donde no se puede reconstruir hay una escuela enorme que no sufrió daños, pero no se puede ocupar por estar en la zona de riesgo.

Hay muy pocas personas en la ciudad pero igual se nota que hay vida, si hasta unos niños andaban tocando marchas militares, ensayando para el desfile del 18 de septiembre.

Nos vamos a Chaitén Viejo, para conocerlo, es cerca… al final del camino encontramos la desembocadura de un río y cerca un cementerio abandonado. Allí nos quedamos largo rato escuchando las noticias de que no hay sobrevivientes del avión que cayó en Juan Fernández, nos invade una pena enorme… será el ambiente… ver a Chaitén así, escuchar esas noticias…

Nos devolvemos a Chaitén y recorremos otros lugares de la ciudad… vemos de todo, casas que se están reconstruyendo y más casas devastadas. Nos da lata sacar fotos, no es grato, pero creemos que es necesario, que yo recuerde de Chaiten nunca salen noticias, no han hecho ningún reportaje y creo que a la gente se le olvidó que tuvimos tremenda catástrofe.

Nos dirijimos a la municipalidad para buscar a alguien con quien hablar acerca de la reconstrucción… el Alcalde no está y el subrogante nos da una cita para dos días más… que burocracia de país!

Buscamos un internet inalámbrico y para nuestra suerte encontramos, nos logramos comunicar con las familias y nos actualizamos de algunas cosas.

En la noche volvimos a dormir al techito de la noche anterior, Nicolás nos autorizó.





























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