jueves, 15 de diciembre de 2011

Dalcahue a Ancud

11 de Octubre de 2011

Hace semanas que no actualizamos este espacio… lo creamos especialmente para transmitir lo que hemos vivido y nos pusimos flojitos, porque ya estando en Chile es más fácil hablar con las familias y los amigos… eso lo tenemos claro… pero una de las metas de este viaje es plasmarlo para que otras personas puedan entusiasmarse y ver la vida desde otra perspectiva. Hay muchas cosas que nos ofrece la vida y las mejores son gratis… sólo que nuestra vida al estar insertos en un sistema nos dificulta tomarnos la vida con calma y disfrutar de cada momento… ah y por supuesto, queremos actualizar porque disfrutamos mucho de ver fotografías y de leer nuestros propios relatos…

Veo las fotos y se me pone la piel de gallina al recordar todo lo que hemos vivido… cuantas personas bellas se no han cruzado en estas rutas… personas impensadas, historias de vidas que llevamos muy dentro de nosotros.

Esa mañana de Octubre, nos preparamos para las despedidas… La Anita, nuestra cómplice de viaje nos recibió muchos días en su casa… nos sentimos tan cómodos, tan queridos que ni teníamos ganas de irnos… pero ese momento llegó y nos preparamos para nuevos descubrimientos.

El cielo llora, pero es normal en Chiloé... nosotros ya nos estábamos acostumbrando. Después de organizar la casamóvil nos fuimos a despedir de nuestra anfitriona… le sacamos un par de fotos haciendo como que trabaja, jajajaj. La Anita más linda, está toda una chilota y hasta tiene el ritmo de la isla, como toda despedida, nos cuesta, pero nos sentimos felices de haber compartido estos días con esta ecoloca.

También nos despedimos de Dalcahue City y nos vamos hacia Quemchi… la lluvia cae, pero no nos dejamos intimidar, sacamos nuestros paraguas y las emprendimos a recorrer Quemchi a patita.

Nos topamos con la biblioteca, es grande y tiene varias salitas de lectura… además de tener el objetivo de la lectura, la biblioteca se transformó es un especio cultural, casi un refugio para algunos… recorrimos hasta el final del recinto y para nuestra sorpresa, había un curso de tejido a telar, parece que nos estaba esperando, jajaj. Las ñoras más simpáticas, nos enseñaron algunos trucos para que el tejido quede perfesto… aunque hay que tener tiempo para dominar la técnica… el Pablo vuelve a sacar fotos del telar, porque prometió hacer uno igualito…

Una de las señoras que atendía la biblio, nos hace la invitación de pasar a conocer la casa que está al lado… perteneció al famosisisisimo escritor Francisco Coloane… ahí recordamos que en otro viaje hacia esas tierras, tuvimos la oportunidad de ver la casa como la había dejado la minga, la casa hasta cruzó mares para llegar a ese sitio… ahora vemos las casa armadita… para entrar al museo no nos cobran y hasta tenemos una guía personal que nos cuenta algunas anécdotas de las cosas que hay dentro de la casa… ella misma recorriendo la isla encontró varias camas y muebles que restauró y los puso en la casa museo.

Le contamos de nuestro viaje… bastó eso para que nos contara un sinfín de historias con mochileros, algunas buenas y otras malas, jajaja. La mejor es que ella alojó a unos mochileros que después la invitaron a la “capital” que ella no conocía, así que partió rumbo a conocer nuevas tierras… tenía miedo, pero después que descubrió que hasta la estaban esperando en el terminal, se alegró y confió, jajaj. Nosotros la escuchamos atentos a su historia con sabor chilote.

Nos despedimos y seguimos rumbo a Ancud… aprovechamos que andamos movilizados y pasamos a conocer varios lugares del sector norte de la isla que no conocíamos, así fuimos a dar con Huite, Linao y varios caminos con olor a campo y a lluvia. La magia del sur!.

Ancud nos recibe con su mejor cara y nos regala una bienvenida con un inmenso arcoíris. Esa tarde nos esperaba con sus brazos abiertos, la mamá de un gran amigo… Patricia Nayan.



















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