Tongoy

El día sábado 19 de Junio fue la partida de la aventura de nuestras vidas. Tuve sentimientos encontrados, por una parte demasiado feliz porque concretaré uno de mis sueños, viajar, conoceré mil personas, muchas experiencias de vida, costumbres, conocimientos, miraré la belleza de la naturaleza de nuestro continente, y muchas cosas con las que me encontraré en el camino, una experiencia que sin duda marcará mi vida. Pero también está la emoción, la pena de dejar los lazos, de tener cerca a los que me contienen, los que me apapachan, mi familia, mis amigos… a esas personas que con solo mirarme o escuchar mi voz saben todo y están presentes en mi corazón y mis pensamientos.
Cuando salimos de Santiago pusimos Flying de Anathema, leí unas cartitas, mire la cordillera esplendorosa que se asomaba tras unos días de lluvia, estaba preciosa. Fue un momento en que pensé en el comienzo de toda esta aventura, y como en ese preciso instante ya teníamos todo lo necesario arriba de la camioneta y emprendíamos rumbo. Yo de copiloto, nos preguntamos, y dónde vamos? Jajaj, con GPS (xq estamos tecnológicos)… directo a Tongoy.
Llegamos cerca de las 10 de la noche donde unos parientes lejanos, nos recibieron con los brazos abiertos. Conocí a Richard que es el dueño del camping “Ripipal” donde nos quedamos. Fue fantástico hablar con él, nos trasmitió mucha energía y su conocimiento, es la raja saber q existen personas que miran la naturaleza y aprenden de ella, así nos enseño a abrir los ostiones, son durísimos y el observó como las gaviotas las agarraban, emprendían vuelo y luego de tomar altura las lanzan, al caer se abren y se pueden sacar fácilmente!!!. También que como los perritos después de una siesta se estiran y andan felices de la vida, jajja.
En un sector del camping hay un cajón enorme para hacer compost, que es un fertilizante natural, se pone tierra con unos gusanitos especiales y se comen todo lo que se puede descomponer. El Richard les pone de todo, cartones, papeles, cascaras de huevos, verduras, frutas, y los gusanos comen que comen. Pueden llegar a comerse un hombre en 6 meses, brigido!!!!
En la día domingo salimos a pasear a la caleta de pescadores, habían tremendos pelicanos, y en un bote habían unos camalares (jejjeje calamares) y unas gaviotas picoteándolos. Estaba bella la noche, la luna se reflejaba en el mar, los botes se movían al compás de las olas, bello. Eran las 12 de la noche y había algunos pescadores, andaban en la mar tirando redes, retornaban a la caleta para luego, en la madrugada, ir a recogerlas. Me quedó dando vueltas en lo sacrificado de su trabajo, el desgaste de sus cuerpos, el frio que atraviesa sus manos… cuánto es el dinero que retribuye ese sacrificio?. Esos hombre endurecidos por la mar, que en un momento de sus vidas fueron niños y que aún lo son, en qué piensan?, cuáles fueron y son sus sueños?, cuáles fueron las oportunidades que tuvieron? Quién los guió?, porqué eligieron ser pescadores?, fue una elección?, Injusticia social?.
Seguiremos en Tongoy hasta mañana miercoles, aún no decidimos cual va a ser nuestro próximo destino, pero ya lo sabrán…

Besitos
Andre