martes, 6 de julio de 2010

Caleta Buena, Tocopilla, Iquique

Luego de salir de Caleta Buena emprendimos rumbo hacia Iquique, antes pasamos por la comuna del niño maravilla, Tocopilla, en toda la comuna habían miles de letreros que decían “Fuerza Alexis, estamos contigo!!!, parece que no fue tanta la fuerza y la mala pata de los chilenos y los peloteos de Brasil nos dejaron fuera del sueño futbolero. Tocopilla ni un brillo, nos recibieron fumarolas y tubos por montos, así q ni sacamos fotos.
En el trayecto vimos la famosisisima piedra del Elefante, que si no es porque me dicen no la alcanzo a descubrir, jajaja.
Llegamos a las tierras de Prat, donde lo empujaron y se hizo famoso y ni muerto lo dejan descansar tranquilo, aparece en billetes y comuna q existe tiene calle, jaja. Bueno la región de los Héroes nos recordó que aún estamos en el sistema y desde nuestra entera “lata” tuvimos que dedicar mucho tiempo a terminar de hacer compras y hacer esos trámites burocráticos que nos amarran a sistema capitalista, que Movistar, que la Isapre, que el seguro, que la firma ante notario, miles de trabas para salir!!!!!
Nos fuimos a la Zofri y encontramos algunas cosillas interesantes para nuestra seguridad, un dispositivo satelital SPOT, que salva a personas en caso de accidentes (una maravilla de tecnología), sólo que tenemos que conectarlo con tarjetas de crédito que no tenemos, plop! Y compramos tb un gas pimienta.
En esa comuna teníamos esperanza de quedarnos en algún hogar, calentitos, en camita, pero se funaron todos nuestros contactos, así que la primera noche la pasamos en una oficina del Sernageomin y la segunda noche la pasamos en Playa Blanca, que queda a la salida sur de Iquique.
Al segundo día de estar en Iquique, fuimos al terminal agrícola, no sé como se llama pero es como la Vega, donde le vende de todas las verduras a la caserita, yo estaba fascinada con tanta cosa exótica, luego fuimos a tomar desayuno a la costanera, unos ricos huevitos revueltos. A esa altura ya estábamos más que advertidos de tener cuidado con la camioneta porque hay lanzas internacionales que se la llevan de una a Bolivia, así q hasta pa ir a comprar nos turnábamos para no dejarla sola.
Ese mismo día hubo un simulacro de Tsunami, casi todos los iquiqueños, peruanos y bolivianos arrancaron de la ola imaginaria, y entre tanto alboroto tuvimos que sumarnos a la masa, habían de todas las fuerzas policiales movilizando a la gente a zona de seguridad, acompañados de helicópteros arrancamos al cerro. Ahí dimos con una picá para almorzar, tres platos en $1.500, el problema fue que por cada plato se demoraban cerca de una hora, ahí conocimos a la Chanchita Peggi o también conocida como la loca de la cartera de Iquique, la dueña del local que lo que hacía era comer, comer, perder pedidos y retar a los trabajadores.
En esos días el padre del Pablo decidió volver al sur, ahí asumimos que nos teníamos a los dos en todo el trayecto. Gracias don Juan por acompañarnos en esos días!
Un abrazo y besos

Andre







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