Seguimos nuestro camino, y nos topamos con el pueblo de nombre Camargo, paramos a comprar algo de comida, y de nuevo al pichiruche boliviano, primero una especie de anticucho de pollo con papas y mote mei, y de segundo nos aplicamos pollo a las brasas con papitas cocidas y más mote mei, de tanto comer pichiruche vamos a terminar con varios kilitos de más.
Ese día no alcanzamos a llegar a Potosí, porque comenzó una tormenta con mucho viento y con algunas gotitas de lluvia. Ya estaba oscuro y por nuestra seguridad decidimos quedarnos, buscamos alojamiento en San Lucas, nos dieron el dato del Hotel Sucre, fui a ver y más q un hotel era una habitación con 14 camas, y adelante con una cantina. Ahí mismo nos dijeron donde podríamos encontrar una casa que da alojamiento. Comenzó a llegar mucha gente y sólo había 4 camas, así que instalamos la carpa, q resulto la mejor opción. La dueña del local fue muy wena gente, y nos pasó un cuartito para cocinar, ahí mismo cocinaban ellos, había una cocina autóctona de la zona, de barro. Nosotros con nuestra cocina hicimos encebollado (huevitos con cebolla) con pan y té. Hacia frío, pusimos el guatero y a la carpa. Al día siguiente nos levantamos, conversamos un ratito con el dueño de casa, iba saliendo con toda la prole a trabajar, leyó nuestro lema “América Sin Fronteras”, nos dijo que debería ser así, una América sin límites, todos hermanos, unidos por la misma tierra.
Saludos, Negrita.

Lindoooos! i lor yu! me encanta su viaje
ResponderEliminarDanae.