Moquegua, Arequipa

Salimos de Moquegua sabiendo que tenemos amigos en ese lugar, de hecho durante ese tramo hacia Arequipa nos llamaron para saber cómo íbamos. El camino no era complicado, la carretera es buenísima, es desierto altiplánico, en un lugar donde la carretera se acerca al mar crecen cactus.

Queríamos llegar ese domingo porque Arequipa celebraba sus 400 y tantos años de vida, y por lo tanto había malón. Entramos a la ciudad y el paisaje cambio… en medio de las casas se ven cultivos y animales. En el centro de Arequipa estaba too pasando con las fiestas, pero para nosotros había comenzado el show de buscar un lugar donde quedarnos, hay muchos hospedajes, pero ninguno con estacionamiento. Así que al final nos quedamos en una cochera, la señora que al principio fue hostil pero después, hasta nos trato con cariño, es q somos tan simpáticos!!!. Estacionamos el hogar y fuimos a caminar, había manso carrete en las calles, estaba pasando el corso, que es un desfile de muchas instituciones, organizaciones y empresa con bailes típicos, estuvo entretenido, fue parecido a la fiesta de La Tirana, con carros alegóricos, con las candidatas a reinas y toa la parafernalia… un carro hasta nos regalo rocottos. Toda la gente celebrando, tomando en la calle, estaban todos enfiestado… hasta que quedó la caga, igual que allá en chilito, no faltan los pasteles curaos q arman mochas y otros que na q ver en la historia, tb arriba del balón, se meten… llegaron los polis, y quedó la del oeste, casi nos llega un lumazo y eso q estábamos observando tranquilamente too el cuento… la cuestión es q un pollo le lanzo copete a la cara a un poli, y ahíii quedo más la del oeste, los polis le pegaron harto a unos loquitos, varios se metieron y llegaron más polis, y lanzaron unas cuantas bombas lacrimógenas, nosotros nos metimos en un local y luego arrancamos… al parecer después todo se calmó… la más afectada fue una señora con un carrito de pichiruches, a la que le habíamos comprado unas hamburguesas para calmar la lombriz solitaria, a la señora, con tanto alborote le dieron vuelta el carrito con toas las cosas que tenía pa vender.

Caminado llegamos a la plaza, uhhhhhh esa plaza si q es bellaaaa!!!!, con la catedral y todas las construcciones antiguas que la rodean, con una iluminación espectacular. Allí llegaba el corso, había montoneras de europeos deleitándose con la parafernalia y nosotros pasamos por cholitos metidos al medio. En ese lugar terminamos de ver todo el desfile, al parecer desfilo todo Arequipa hasta el dueño del hipódromo andaba mostrándose.

Pasó el último carro alegórico e increíblemente todo desapareció, las graderías, el público, todito, sólo quedaron las personas que estaban haciendo el aseo. En ese momento logramos dimensionar la belleza de esa plaza que tiene cualquier año… luego nos fuimos a internec, esa noche al fin nos pudimos comunicar con las familias y aprovechamos de contarles todito lo que habíamos vivido. Después del encuentro virtual con nuestros amores nos fuimos a dormir a la movilidad, con el corazón dichoso de tanta cosa vivida…

Besitos

Andre