miércoles, 18 de agosto de 2010

Moquegua, Los Ángeles, El Huabal

En la mañana nos levantamos temprano, tomamos un rico desayuno con leche con chocolate y tostadas con palta. Ese día madrugamos porque la señora Irene quería que la acompañáramos a dejar unos pollos y unos globos a la casa de su hijo el Yury, q tenía el cumpleaños de su hija mayor, y luego nos pidió que fuéramos al pueblo a comprar a la feria. Luego de eso nos iríamos.

Volvimos de todos los trámites y comenzamos a ordenar los cachureos. Estábamos listos para partir y la señora Irene nos invitó a almorzar, hizo un riquísimo arroz verde con pollo, delicioso!!!! Cuando estábamos listos para comer llegó el Cesar, fue un almuerzo muy rico tanto por la compañía como por la comida. Luego llegó el Yury, nos reímos harto, nos invitó al cumpleaños de su hija… que nos dijeron, ni nos hicimos de rogar, nos quedaríamos un día más, jajaja. Conversamos, vimos la manada de cuyes que tiene la señora Irene para abastecer su restaurant, nos dio pena… dijimos q ahí no íbamos a comer cuy.

Nos dieron unas copitas de pisco y de un vino que se parecía a la chicha, intercambiamos música, yo les pase las cuecas picantes, y a chikillo Trujillo. Y ellos nos mostraron la marinera y un grupo llamado Bareto, con el hit musical de “se me ha muerto mi abuelo”, es una cumbia rock hibrida, parecido a los ritmos de Chico Trujillo.

Luego de un rato partimos al cumple infantil, ahí conocimos a Anita, la esposa del Yury, y a sus hijos, Renato y la cumpleañera Adriana. Comimos harta golosina, probamos el jugo de maíz morado, la mazamorra, unas sustancias con chocolate, cabritas saladas (acá son mas agringados les dicen pop corn), gelatina. Lo pasamos la raja!!!! Comimos tortita, y también para los más grandes prepararon pollo adobado con arroz y puré, deliciiiiioooosooo!!!. Aprendimos a tomar, ellos sirven pisco con bebida… lo preparan en una jarra y lo sirven en un vasito chico, todos toman en el mismo vaso, se sirve el vaso y se pasa el jarro a otra persona, y después de eso se toma y se pasa el vaso. Luego de un rato cachamos la técnica y para no ser descorteses seguimos la tradición.

Siguió la parranda infantil, el Pablo siguió bebiendo hasta q se le pusieron los ojos como chino, chanto la moto con el copete pero los suflitos no se salvaron. El Yury que es experto en pisco, nos dio una charla, nos contó lo de las cepas, los distintos tipos de pisco, que acá en el Perú se diferencian por zonas y otras cosas… después de tremenda cátedra no nos cabe duda que el pisco es peruano. Los chilenos no podemos ser tan barzas de pelear por esto…

Estuvo buenísimo el cumple, partimos para la casa de la señora Irene y en el camino vimos una campaña electoral (las elecciones para alcalde y gobernadores son en octubre, y por lo tanto están en plena efervescencia política), hasta nos pasaron unos ticket para participar en un concurso donde sorteaban una especia de canastas familiares (parece q acá se ganan así los votos, bueno en que parte no!!!), habían hasta cohetes con challas y bailarinas tropicales altiplánicas, fue una noche espectacular.

La señora Irene nos invitó a dormir dentro de la casa, nos paso una pieza donde dormimos calentitos.

A la mañana siguiente nos despertamos y desayunamos avena con pan y aceitunas. La señora Irene nos contó su historia, la historia de su restaurant El Huabal, llamado así porque su ex esposo trajo del norte del Perú ese árbol, y plantó varios en su casa. Ellos son separados hace varios años, cuando él se fue, ella debió ingeniárselas para mantener su casa. Nos contó que nunca le gustó cocinar, pero en ese momento no tuvo otra idea que poner un restaurant, comenzó con muy pocas cosas, hasta nos dicho que una vez tuvo que mandar a su hijo a buscar más cubiertos donde una vecina porque no le alcanzaba con los que tenía. Después fue creciendo el negocio, compro mesas, sillas, y más cosas necesarias, amplió su casa e hizo varios arreglos. Lamentablemente por aparecer en los registros como casada, la limitan bastante para acceder a beneficios que da el estado u ONGs. Es una mujer luchadora, que tiene cuerda para rato, aunque ella no tome mucha conciencia de eso.

Llego el momento de despedirse, a mi me vino el sentimentalismo, me sentí como en casa, en familia… siempre los vamos a recordar y les vamos agradecer todo el cariño con el que nos recibieron, nuestra casa (cuando tengamos) siempre va a estar abierta para acogerlos.

Besos

Andre
























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