lunes, 6 de septiembre de 2010

Ocros a Churcampa

Dadas las recomendaciones del poli, al otro día no nos levantamos tarde, para aprovechar la luz al máximo y avanzar sin poner en riesgo nuestras humanidades. Necesitábamos atravesar una larga planicie donde se producen la mayoría de los asaltos. Así que mientras nos alistábamos a partir nos dimos cuenta que éramos el circo del pueblo!, todos pasaban mirándonos como la novedad, jajaja, también estaban demoliendo una casa con maquinaria, así que los nativos estaban entretenidos con dos espectáculos no habituales de ver en el poblado!.

Ocros no cuenta ni con televisión, ni radio, ni telefonía, el único medio de información son la gente que pasa por el sector y los que viajan a algún poblado por algún motivo y pueden acceder a diarios y otras fuentes. Por lo tanto nosotros sabíamos más de la actualidad de Perú que los propios polis!!!, jajaja, así que les contamos de algunas papitas policiales, de los asaltos en el norte del país de una balacera de los milicos a una camioneta política y otras hierbas… mientras ellos nos contaban de los terroristas y los narcos del sector.

Salimos de Ocros y la lluvia continuaba por los estrechos y barrosos caminos de trocha, también vimos otro camión con propaganda del compañero Quiroga, el hermano perdido de Px. Comenzamos a ascender y la lluvia se comenzó a transformar en nieve, acumulándose a los costados del camino a eso de los 4.200 metros de altitud… lo único que pensábamos era que la cuestión no aumentara ya que ahí estábamos un poco cagados porque no andamos con cadenas… pero pronto comenzamos a descender nuevamente y la nieve desapareció. Pasamos por la tierra de los orcos, uno de los miles de sitios arqueológicos del Perú (acá los arqueólogos no se pueden quejar de que no tienen pega). Descendiéndo volvieron a aparecer los terrenos cafés y amarillos en barbecho y la lluvia no cesó.
Así llegamos a Ayacucho, y al parecer cambiamos de región ya que los carteles del compañero Px desaparecieron y ahora habían del Profesor Jirafales versión Scout. Ayacucho es gigante, una gran ciudad famosa por sus iglesias, como las grandes ciudades nos ahogan, sólo nos limitamos a preguntarles a los polis por los caminos más seguroy y nos aplicamos unas bananas, pan y queso en el mercado; luego de eso continuamos nuestra travesía.

Ahí la cagamos porque nos metimos por unos caminos no oficiales para salir de la ciudad y estos estaban saturados de agua y barro. Casi nos quedamos pegados y el manejo era bastante complicado porque no había adherencia, pero salimos a lo shumager y logramos empalmar la vía principal, que bordea el Río Mantaro.

Camino a Churcampa el Río Mantaro se encajona formando unos hermosos cañones en sus laderas y afluentes, resaltados por la erosión. Este paisaje se presente en un tramo de unos 10 kilómetros hasta llegar a un poblado que se llama Mayocc. Entrando a este pueblito hay un control policial, ahí conversamos con un poli y le preguntamos que camino seguir, porque terminando ese pueblito hay dos alternativas, irse por el camino que bordea el Río Mantaro, o bien ascender por la cordillera y visitar una mayor cantidad de poblados. Como eran ya casi las 17 horas, el poli nos recomendó que nos fuéramos a Churcampa a pasar la noche, ya que se encontraba a unos 45 minutos y nos dijo que después de las 18 horas ya no hay ley en ese sector, que está rodeado de “terroristas y narcotraficantes”, y Churcampa quedaba por la ruta de la cordillera. Así que medios asustaos apretamos cuea al pueblito… Y demás que era brigida la zona, la comisaría estaba con barricadas y sacos de arena en la entrada… le preguntamos al otro día por donde irnos y nos dijo que amos caminos eran parecidos en términos de seguridad, que en ambos asaltaban a los buses en la noche, jajaja.

Llegamos a Churcampa y había una sola cochera, por suerte el dueño, Don Eduardo, se portó la raja con nosotros, nos acogió y nos contó de Churcampa, de los atractivos, de los caminos, la guerrilla, los narcos, donde estaba internet, las picadas de comida y todo eso que necesitábamos. Nos dijo que el camino de la cordillera era una hora más largo y que generalmente las guerrillas estaban escondidas en los cerros, nos recomendó irnos por el camino del río que era más corto, bonito, caluroso y más piola, a pesar de que no tenía tantos pueblitos como el de arriba. Nos contó que él tenía un negocio de Serpost, que es como correos de Chile, además de arrendar estacionamientos… nos ofreció hasta aguita para lavar la movilidad!, muy huena onda el caallero!.

Para tener una última opinión, nos dirigimos a la comisaría de Churcampa, que también tenía barricadas de sacos de arena en la entrada, ja. El poli nos recalcó que tuviéramos cuidado y que viajáramos temprano, y también él nos recomendó la ruta del río, así que ya estaba más que clara la decisión. Fuimos por un menú de picá, luego al internec y nos fuimos a guardar; armamos el hogar y como somos cueuos, justo terminamos y se largó el aguacero!, shao!.

Px y Negrita.































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