sábado, 4 de septiembre de 2010

San Sebastián a Maras

Como el día anterior nos acostamos retarde, nos levantamos como a las 11 y nos quedaba una hora para deshabitar el hogar, así que nos duchamos y comenzamos a ordenar nuestros cachureos. Como nos quedaron algunas cosillas pendientes del mundo del internec, nos fuimos a la camio y desde ahí continuamos nuestra travesía por el ciberespacio, y px por fin logró configurar de forma correcta el GPS de la camio. Entre todo ese ajetreo finalmente salimos como a las 14 de Cusco con rumbo al Valle Sagrado, con la intencionalidad de “hacer hora” hasta el Lunes porque supuestamente ese día acudiría un técnico de Dell a reparar el grabador del Atari…

En el camino pasamos por algunos de los sitios arqueológicos que habíamos visitado el 2007 y los miramos por fuera no más (Sacsayhuaman) , mientras que los guardaparques forestines nos miraban con care perro por no ingresar a los recintos y por no pagar el ticket que permite el acceso a todas estas rocas milenarias… este ticket cuesta 130 soles, o sea como 26 lucas por persona, por lo que no estaba dentro de nuestros planes, aparte que en tres años las rocas no cambian mucho… en el camino nos percatamos que nos quedaba poco petróleo, así que nos detuvimos a rellenar el estanque con unos bidones que andábamos trayendo… en ese momento apareció un caallero con un carrito de golosinas y bebidas que iba pa la caga subiendo la cuesta, era el “arequipeño”, un habitante del sector de Qenqo, que en su juventud fue militar, importador de autos de Iquique y actualmente se dedica al pishirushe… los años lo tenían medio cagao al socito asi que ya apenas podía subor el carrito, asi que nos pidió si porfa lo podíamos remolcar a Qenqo, lugar donde vivía… le dijimos que hueno, pero que necesitaba esperar que terminaramos con la carga de petróleo… una vez listo el compare aplicó cuerda al parachoque de la camio y en primera nos fuimos más lento que choque de globos subiendo la cuesta… después de varios bocinazos, chuchadas y patos yañez logramos llegar como en 10 minutos al desvío que nos llevaría a su pueulo, de ahí unos 5 minutitos más y logramos avistar la morada, ahí el arequipeño (como se hace llamar) se desenganchó, y nos quería obsequiar una bebida por la paletia, pero como somos huenos cristianos no se la recibimos ya que igual era pobre el socito y además es parte de su trabajo… nos dijo que podíamos ir a su casa si queríamos, pero continuamos el viaje.

Pasamos por Tambomachay (como la canción de un grupo hippie parece) y ya camino a Pisac nos topamos con una procesión de autos vieeeeeejos, pero no en estado de water, sino que remodelados y con viejos de la edad de los autos que se veían más o menos adinerados… eran como una procesión de unos 15 autos… lendas las cuestiones…

El camino a Pisac igual esta medio cagao en algunos tramos, consecuencia de las lluvias torrenciales del pasado verano; si hacen memoria, en ese tiempo quedó la mansaca en Perú con las lluvias, con gente aislada por todos lados y turistas atrapados en Machu Pichu… bueno, en todo este trayecto los ríos también se salieron y hay varios tramos con sólo una pista habilitada.

Comenzamos el descenso lentamente y ante nuestros ojos apareció el Valle de Pisac, con su pueblito, sus cultivos con un arado perfecto y sus ruinas en los cerros con terrazas abandonadas. Ahí recordamos que para llegar a las ruinas, el 2007 caminamos más que peregrino de Lo Vásquez y llegamos más secos que mojón de cerro a la cumbre, luego de unas dos horas de caminata. Y como ya habíamos ido le hicimos el quite, jajaja.

Entrando a Pisac hay un precioso mural y un puente mecano provisorio que reemplaza al antiguo del cual no queda prácticamente nada. Como nos sobraba tiempo, nos fuimos leeeeeeeeeeeeento por la ruta, y así atravesamos varios pueblitos, como Coya, Calca y Urubamba, este último al parecer es el más grande y turístico de todos, por ser pueblo de cruce y entrada a otras rutas de interés turístico. Por lo mismo le llea restaurants y Hoteles Spas Resorts y todas esas cosas que por el momento se encuentran bien alejadas de nuestra realidad.

La tarde noche se comenzó a acercar y necesitábamos ver donde nos quedaríamos a dormir, tomamos el mapa y en la ruleta apareció Moray y Maras, dos sitios que no visitamos anteriormente. Y como somos shorizos malcriaos, nos fuimos por el camino que nadie hace, el camino del oeste con puente colgante pa la cornea y cuesta con curvas… así que con la filosofía “si sale en el GPS es porque existe” las emprendimos… de repente este mágico aparato nos indicó doblar a la izquierda para cruzar el río, y no veíamos niun puente!!!, jajaja, asi que le preguntamos a los nativos y nos dijeron que era “ese”, un puente que decía peatonal… mmm, y le preguntamos, “por ahí pasan autos”, y nos dicen, si… si pasa… así que le dimos no más… se movió un poco harto, sonó un poco harto, y no se cayó, así que todo bien… de ahí aplicamos shumager por el cerro y ya oscureciendo llegamos a Moray, pero por el patio trasero!!!, jajaja, así que obviamente no nos cobraron na ni tampoco vimos mucho, porque estaba oscuro. En ese sector hay unas terrazas circulares donde se formaban microclimas, donde en el centro más caluroso aplicaban plantas tropicales, mientras que en los anillos más externos aplicaban granos…

En Moray habían como 3 luces, así que deben vivir los cuidadores y un par de lugareños, así que no había mano para alojar ahí; como Maras estaba como a 5 kilómetros nos fuimos para allá. Si bien es más grande el pueblito, cuenta con un sólo hospedaje del oeste y no hay cocheras, por lo que estábamos semi cagaos con nuestras intenciones. Ya medios rendidos llegamos a la plaza y a la poli, y les fuimos a preguntar qué había en el pueblo. Como no habían opciones nos dijeron que nos quedáramos en la plaza no más, frente a la comisaría, que era tranquilo y no pasaba nada. Así que ahí nos instalamos y como paisas sacamos sillas y cocina y nos echamos ahí en la plaza a tomar once. Las campanas de la iglesia sonaron y los feligreses nos miraban como si hubiera llegao el circo!!!, jajaja, y ahí se acercó un niño en cleta a saludarnos, el José. Nos preguntó de dónde éramos y haaartas cosas más. El José es un cabro bien preguntón y curioso, igual que yo, jajaja, así que nos llevamos rebien, nos contó de su pueblo, de los atractivos, de las salinas, de los cuadros de la iglesia, de la gira de estudios que se pegó por Perú, del trabajo de su madre, que vende comida en un carrito en la plaza… no tiene padre. Él debe ir como en 5 de básica, tiene como 11 años y le encanta andar en cleta y tirarse por los cerros, por lo mismo tenía la cleta un poco cagaita. Además de estudiar le ayuda a su madre en la cocina del carrito, le ayuda a lavar, a atender y a llevar la merca que va faltando. Su sueño es estudiar ingeniería ya que le encantan los números y las matemáticas, sin embargo su madre quiere que sea policía (al carrito iban varios polis a comer… pa mi que algo hay ahí…, ja), pero él se niega a eso y no quiere no más…

Como andaba con herramientas y repuestos de cleta, le dije que andaba con un pedal ahí en la camio que le podía regalar pa que quedara bueno uno que no tenía, pero lamentablemente el que tenía era el que estaba en buen estado en su cleta… como el cabro era movio, se jue a dar una vuelta y al rato llego con el pedal, pero no tenía como cambiarlo, así que que me dijeron, saque las herramientas y le dimos al proyecto de cletas!. De pasaita le enchulamos una manilla de freno que no tenía, ajustamos los frenos, y le pase piolas de recambio y patines y varios pishirushes cletísticos… le enseñe a ajustar algunas cosas ; el José estaba más contento que perro con dos colas!!!. De ahí me preguntó por las llaves allen, que cuanto valían, que las encontraba “bacán”… me decía que cuando se le doblaba el manubrio tenía que pegarse el pique donde el abuelo para arreglarlo, porque en las herramientas del tractor tenía una llave que le hacía al manubrio… así que como en la cajita habían dos juegos de llaves le regalé una, y se anduvo emocionando el José, como que no se la creía mucho, así que pa arreglarle le dije que se las regalaba con la condición de que se la prestara a sus amigos cuando la necesitaran… me decía que le faltaba mucho por aprender de las cletas y me preguntó que como había aprendido… le dije que mi primera cleta la desarmé completa y que me demoré como una semana en armarla y ahí aprendí, jajaja. El José es bacán!, demás que va a lograr ser ingeniero como lo desea!, ya como era un poco tarde, la mamá lo llamó para guardarse, así que nos despedimos y nos dijo que íbamos a ir bendecidos por Dios por ser tan buenos, también me dijo que él había soñado hace poco con una camioneta que llegaba al pueblo, me preguntó si a mí me había ocurrido eso de soñar algo y que después ocurre en la realidad… en fin, así que después de esa bella noche nos guardamos con el corazón contento!, buenas noches!.

Px y Negrita.



















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