Al día siguiente al despertarnos fuimos a ver a los cachorritos, que están sanos y salvos, parecen larvitas como se mueven. Aún no abren los ojitos, lo hacen después de 15 días. La Buika se ve cansada después de tanto ajetreo pero la Mónica que es doctora la cuida mucho.
Después del almuerzo arreglamos nuestras cosas para partir a la Laguna de la Cocha, queda cerca de Pasto a unos 30 minutos de viaje. Pasamos a comprar los chips y se nos hizo tarde, llegamos a la Laguna de noche. En la carretera hay un control de policías, lo que más revisaron fue el SOAT, y nos advirtieron que no anduviéramos de noche.
Cuando llegamos al centro poblado de la Laguna pedimos información de donde podríamos quedarnos y nos dijeron que alrededor del lago podíamos encontrar lugares.
A esa altura no se veía nada porque estaba muy oscuro y algunos sectores no tienen iluminación publica, pero finalmente llegamos a una casa, al mirarla bien nos dimos cuenta de que es un restorant. Hablamos con la dueña, la señora Rosa y no tuvo problemas en prestarnos su patio para estacionar el hogar, fue muy amable hasta nos presto baño y nos ofreció la ducha.
Ordenamos el dormitorio y a dormir.
Gracias muchachos por colaborarnos en el cuidado de Buika y las niñitas!!!!
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