miércoles, 20 de octubre de 2010

Quito con los Narváez Encalada

12, 13, 14 y 15 de Octubre de 2010

Ecuador no nos quiere dejar ir, o quizás nosotros no nos queremos ir de este país que nos ha tratado tan bien. Esos días que estuvimos en casa de los Narváez Encalada lo pasamos muy bien, nos tratan como de la familia, como si nos conocieran de toda la vida, y la Carmita, nuestra mamá postiza nos trata y nos presenta como sus hijos mayores. Es tan fácil encariñarse con ellos. Conocemos sus vidas, sus sueños, sus historias, lo que les ha marcado y nosotros por nuestra parte les entregamos lo que somos, así de sencillos, sin grandes conflictos existenciales, mostrándoles que hay etapas en la vida en que se puede dejar todo y vivir viajando.

El Marqui nos acompaña en el día, el es muy chistoso, webea todo el día, estaba estudiando para entrar a la universidad pero se distrae con facilidad y como sus compañeros de residencia, en ciertas horas le hacemos la ley del hielo para que se concentre y estudie. Este cabrito llegó en abril de Inglaterra fue a estudiar inglés y ahí se conoció con el Roro, el hermano del Pablo. Quiere hacerlo todo pero lo más importante es que quiere estudiar medicina y ser piloto de avión. Es bien ladilla sobretodo con la Carmita y la Dianita, me recordó mucho a mi hermano Feli. El Marqui nos enseña todos los modismos posibles a cada rato dice “de ley”, me dijo que yo era camarona (miedosa) para manejar y otras payasadas más.

En Quitof lo que más hicimos fue comer, descansar y conversar. El primer día fuimos a buscar los stikers con el logo y nuestro blog, los mandamos a hacer para regalarlos. Un día salimos al centro al doctor porque al Pablo tiene una inflamación en el ojo, fuimos a una clínica y el valor de la consulta nos salió como 8 lucas, la dostora le dijo que era por exceso de exposición al sol, que le iba a dar medicamentos pero que nunca se saldría la carnosidad que tiene, sí se cuida detiene el crecimiento, si crece va para operación. La receta nos salió como 10 lucas y además de eso debe utilizar siempre gafas de sol. Ese mismo día aprovechamos de ir al mercado artesanal donde compramos un cuadrito pintado sobre cuero de vaca. Ese va a ser la artesanía que vamos a llevar de recuerdo.

Tuvimos la suerte de que llegamos a Quito cuando en nuestro Chile se iba a concretar el rescate a los mineros, vimos todo el proceso en la casa. En la noche los Canales nacionales del Ecuador estaban en conexión con TVN de Chile para la trasmisión en directo del rescate, todos estábamos atentos a lo que sucedía. Ahí nos enteramos del minero infiel, de las Piñericosas y de otros detalles del rescate. Fue emocionante cuando sacaron al primer minero, se me pararon los pelitos. Crítico algunas cosas, como el que el rescate se convirtió en un reality donde se tergiversaron algunas cosas …. se prestó para todo y sobre todo para que el Piñera aumentara su popularidad, porque ese no da puntada sin hilos. Me dio mucha risa cuando enfocaban a Piñera y este apretaba los ojos para que le saliera alguna lágrima, obvio para el show. A pesar de eso me siento muy orgullosa de que como país se lograra rescatar a todas las personas vivas, le mostramos al mundo que si se puede. En el exterior se dio muestras de un país sólido, unido, organizado que lucha hasta alcanzar sus metas. Leíamos en un periódico que en México habían muerto más de 60 personas que estaban encerradas en una mina y el gobierno ni nadie hizo nada para rescatarlos, los dejaron morir ahí.

En esos días aprovechamos de cocinar y para que prueben la comida chilena les hicimos charquicán con huevo, pebre, y tomates rellenos con arroz a la negrita. El día sábado les cocinaríamos sopaipillas con pebre para que prueben.

Mientras, el Pablo trataba de arreglar su pc, pero luego de todos los desvelos tratando que la máquina anduviera, no hubo caso y tuvimos que comprar un disco duro nuevo.

La Carmita un día llegó con una guagua de pan, es una masa dulce alargada rellena con manjar o mermelada, se le adorna como una muñeca. Nos cuenta que es tradición que el día de los muertos se coma esa guagua con colada morada, esa última no la alcanzamos a comer.

Al Paolo y a la Diani los vemos menos, sólo en las noches porque trabajan, salen temprano y llegan muy tarde.

El día viernes en la tarde era la graduación de la Universidad de la Diani y nos invitaron a la celebración después de la ceremonia. Nos fuimos desde la casa al café en el pichirilo con el papá de los chiquillos, Marco grande, el trabaja en Guayaquil por turnos, 10 días adentro 4 días libres. Ese día no había alcanzado a llegar en el avión a la ceremonia de la Diani, pero si alcanzó a llegar a la celebración.

En el trayecto nos contó que tiene el escarabajo de hace como 20 años, es su regalón y por nada quiere deshacerse de él, se ríe porque dice que es el auto más viejo del condominio donde viven. Pero le da lo mismo porque el pichirilo es el pichirilo. Lo quiere remodelar, cambiarle los asientos, mandarle a afinar el motor, pintarlo, tiene varios proyectos con su autito.

Llegamos al café estilo colonial, medio pelucón, como dijo el Marqui era como de señoras. Era bien lindo, bien atendido y olorosito, jaja. Lo pasamos muy bien, fue emotivo porque éramos uno más de la familia, hasta nos toco hablar, y como yo soy tan sensible me puse a llorar. Estaba la abuelita, la tía, unos amigos de la Diani, los papás, los hermanos y nosotros.

Al día siguiente era la parrillada en la casa del Valle, es un sector tranquilo a las afueras de Quito, esa es la casa que les gusta por la tranquilidad y porque vivieron allí 18 años y por lo mismo está cargada de recuerdos.

Carmita, Marco grande y la abuelita se levantaron temprano a comprar las verduras y la carne. Después de tomar desayuno nos fuimos en caravana en la camioneta y en el pichirilo.

Nos fuimos al quincho y ahí preparamos las cosas, yo hice el pebre que duró menos que un candi porque les gusto a todos. El Pablo desplegó todos sus saberes asadisticos para prender el fuego. Carmita sirvió choclo con queso, habas y papas y luego vino la carne.

Llegó todo el familión, estaban los hermanos, los sobrinos, los nietos, los pelados, los primos, los amigos, las hermanas … de pronto se largó la lluvia y también cayeron granizos, para no mojarnos tuvimos que estar todos metidos en el quincho, apretaditos para pasar el frío. Pero eso no detuvo el carrete, comimos hasta tener el ombligo parado.

Ya cuando comenzó a hacer frío nos fuimos a la casa, hicimos las sopaipillas que también causaron furor. Estaba la fuente llena y al ratito ya no quedaba ninguna.
Después vino el bailoteo, el chupe y todos los que estaban de cumpleaños en el mes de octubre aprovecharon de apagar la velita de la torta de cumpleaños. Lo pasamos muy bien, hasta bailamos, bueno el Pablo no porque va contra sus principios.

Pasaron varias horas y la gente comenzó a despedirse… se termino la farra y en la casa sólo quedamos la familia del Marco y nosotros. Nos quedamos regaloneando en el sillón como cuando estamos en casa y nos dormimos como dos niños…

Besitos

Pablo y Andrea
























































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