jueves, 14 de octubre de 2010

Quito y La Mitad del Mundo

2 de Octubre de 2010

Quito se encuentra al norte de Ecuador, es la capital del país y se encuentra a 2.850 metros de altura a las faldas del Volcán Pichincha. A pesar de que está a gran altura, su cercanía con la línea ecuatorial la hace tener un clima cálido. Nos advierten que un día puede tener de todo, mucho calor y una lluvia torrencial.

Ese día nos despertamos en el departamento de Cari, está ubicado cerca de la plaza de Chile, es un sector de “pelucones” o cuicos. Nos despertamos para ir a visitar la mitad del mundo. Partimos los cinco en la camioneta al norte de Quito. Y también íbamos atentos a ubicar el local de empanadas chilenas que nos habían dicho que había por ahí.

Llegamos a la mitad del mundo, y para mi es un fraude, me imaginaba que era un pueblito con el monumento al medio y finalmente es un recinto cerrado donde hay que pagar una entrada. La Cari nos pago la entrada, dentro del reciento esta el monumento y hay varios restaurantes, negocios de artesanías, y unos mini museos. Ese día era sábado, y había exposición de danzas autóctonas.

La curiosidad por conocer la mitad del mundo real nos consumió, así que GPS en mano fuimos a buscarla. Para nuestra sorpresa, esta se encuentra a unos 250 metros más al norte de la “supuesta” mitad del mundo que todos los turistas se tragan como niños, y lo más espectacular de todo es que la real mitad del mundo coincide con la establecida por los incas miles de años antes de toda la tecnología que utilizaron para marcar la de los turistas, y se encuentra fuera del recinto oficial. Por ahí también hay un museo donde paran huevos en un clavo y tiran la cadena del wáter donde se puede ver que el topo gira en el remolino para el lado contrario que en el hemisferio sur.

Al salir nos dedicamos a buscar el local de las empanadas chilenas, y al primer local donde pasamos le dimos una nota 4, no eran muy ricas y pa pior no había ningún chileno haciéndolas, por lo mismo no eran chilenas. Andábamos con el antojo de comer unas wenas empanas y pasamos a otro local, probamos las empanadas supuestamente chilenas y le pusimos un 0 porque no tenía nada de chilena, eran fritas y pa variar había que buscar con lupa la carne y la cebolla, el tercer fraude del día…

Después de degustar tan malas empanadas y pa no quedamos con el empacho, nos fuimos al departamento ha hacer las verdaderas empanadas. Fuimos al supermercado y con la Claudia, que era la chef, nos pusimos a hacer toda la parafernalia, hicimos de carne de vaca, de gallina y para los veganos de champiñón. La Caridad invito a algunos amigos y después de unas cuantas horas nosotras empezamos a llenar las empanadas y comenzaron a llegar algunos amigos, hasta que el departamento se llenó.

La Cari hizo una ensalada de lechuga, rúcala, frutillas, zanahoria y almendras, con salsa de maracuyá. Una delicia.

En ese carrete conocimos a dos personajes, el Guabas y el Mario, unos panas muy cheveres, estos recorrieron Sudamérica en bicicleta, en dos tandas una de 8 mese y la otra parece q de 6 meses, aunque el Mario casi muere en el intento y se devolvió. Desde que llegaron fue todo un chiste, nos llenaron el diccionario con todas las palabras del lenguaje ecuatoriano, el brother, la man, el man…. Full, de ley, q máquina, es un relajo y mil palabras más…

Después sacamos el CULEBRA , agua ardiente de caña, que nos regaló Shanta en Vilcabamba. Ahí se puso más sicodélica la cosa, el Mario inventó toda una telenovela, no la verdad que era un reportaje como de la National Geografic, donde había unos especímenes que estaban siendo investigados en su manera de aparearse, habían enviados especiales a la zona del conflicto, jajja, la juguera fue la cámara y el micrófono, un vaso de culebra. El chupe estuvo bueno, nos acostamos a las 6.30 de la mañana, con la tremenda chuchaqui (caña).

Besos




































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