Esa mañana era la despedida de la familia que nos había alojado en Bucaramanga, nos despedimos con besos y abrazo y partimos nuevamente en busca de nuestro próximo destino.
Ese día viajamos todo el día, queríamos llegar a Barranquilla pero el tramo era largo y cansador. Además según lo que nos dijeron no había mucho que conocer por esos lugares.
En el primer tramo anduvimos sólo por cerros, subíamos y bajábamos, luego de un rato el camino se pone más plano y vemos hartas vacas. En un sector nos topamos con un montón de soldados que iban caminando, al parecer venían de una excursión o algo por el estilo, porque andaban armados con un lanza cohetes, venían con la cara pintada, con cascos y mochila de batalla. Les sacamos fotos a escondidas. Después de un rato supimos que en el sector había un batallón de entrenamiento.
Viajamos mucho rato y al final se nos hizo de noche, no sabíamos donde quedarnos, vimos una estación de policías en un cruce que se llama El Burro. Les preguntamos cómo estaba un camino que queríamos tomar, nos dijo que ni jodiendo recomendaba tomar esa vía, con los aguaceros han habido están casi todas las vías malas, y justo el agua se llevó un puente y parte del camino que queríamos tomar. Resignados a que no podríamos conocer un lugar llamado Monpox, le preguntamos al policía si nos podía prestar patio para pasar la noche. El poli nos dijo que si y nos instalamos, cocinamos y luego a dormir…
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