Esa mañana salimos de Villanueva y nuestro destino era Bucaramanga, nos quedaban varias horas de recorrido y mucho por conocer en los pueblos por los que pasábamos.
Hay un pueblo llamado San Gil es muy bello, se encuentra en un cerro, sus calles son empinadas y hay q subir y bajar para llegar a un lugar. Además de su belleza arquitectónica lo interesante es que tiene deportes extremos, salto en bengi, parapente, tirolesa extrema… de todo para los q buscan adrenalina. Cerca de ese pueblito se encuentra un Parque, donde hay un teleférico que cruza el cañón del Chicamocha, fuimos a ver si podíamos subirnos. Al llegar al sector donde se encuentra quedamos mudos con la belleza del cañón… nos sentimos más enanos de lo que somos en esas enormes construcciones de la naturaleza… abajo, bien abajo hay un río.
Ya en el Parque preguntamos cuánto vale el teleférico, te cobran hasta los suspiros… evaluamos nuestro presupuesto, analizamos un rato la situación y luego de enterarnos que el teleférico va bordeando la ladera de los cerros y no cruza de punta a punta (como nosotros pensábamos), decidimos guardar la plata y ocuparla en otra cosa.
Seguimos nuestro camino y para variar hay muchos peajes. Para todos los que vengan a Colombia se van a sorprender que hay peajes en todas partes, no son baratos y lo más terrible es q las carreteras son pésimas!!!. Nos contaron que una de las tantas corrupciones que hay en este país es el tema de las carreteras, según lo que nos dijeron sólo hay dos grandes concesiones en todo el país y son personas muy ricas, suponemos que el dinero de los peajes va directo a sus bolsillos porque mejoras en las vías no hay.
En uno de los peajes que paramos vemos un cartelito de “Hormigas Culonas”, no podíamos irnos sin preguntar qué onda con esas hormigas. El señor que las vendía nos dijo que eran muy ricas y caritas. Compramos una bolsita sólo para salir del empacho y probarlas. Yo me comí una, son tostadas y saladas, no me gusto mucho, pero creo que fue más por la sensación de estar comiendo un insecto gigante y no por el sabor. El Pollo no quiso experimentar la sensación.
Al ratico llegamos a Bucaramanga, nuestro destino, en esa ciudad nos recibiría Yezid y su familia, los contactamos a través de un amigo de Chile, el Nico Novoa.
Esperamos un rato y salimos a dar vueltas por la ciudad. Nos fuimos de compras, para abastecer nuestra despensa. Según lo que nos dijeron la costa de Colombia es costosa, en Venezuela hay desabastecimiento de comida y Brasil es caro. Y por lo tanto compramos harto arroz, hartas legumbres, harto atún y por supuesto hartos fideos, con lo que compramos seguro que nos dura para más de dos meses.
Al final del día nos encontramos con Yezid, primera vez q nos veíamos y nos fuimos a su casa. Yezid estudio historia y ahora estaba haciendo un magister, se conocieron con el Nico en un congreso que se hizo en Bucaramanga. El Nico también fue alojado por él y su familia.
Cuando llegamos a la casa nos presenta a la familia, su padre Miguel, su madre Zoilita, sus hermanos Santiago y Miguel…. Ah y una perrita regalona, Scrapy. Nos estaban esperando con comida y jugos naturales. Son una familia para amar!, estaban felices de que estuviéramos ahí. Zoila cuando llegamos nos abrazo fuerte y nos dijo, los estábamos esperando…. Conversamos largo y tendido y luego nos fuimos a descansar en el dormitorio que nos habían preparado.
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