Parece que el lugar donde nos estacionamos, para pasar la noche, no era la mejor opción. Ya a las 6 de la mañana comenzó a haber movimiento. Llegó una micro llena de gente que trabaja en la playa, también llegó el camión de la basura. Estábamos en vitrina, todo el mundo supo que éramos chilenos, hasta cuando estábamos en la playa la gente pasaba, y nos gritaban y saludaban... ehyyy chileno!!!!
Nos levantamos medio obligados, afuera de nuestra camioneta estaba el perrito fiel q nos cuido toda la noche… fue lo mejor, nos fuimos a pasear por la playa con luz, muy lindooo, súper tropical, era como la típica playa q muestran en las postales caribeñas. Nos instalamos y nos fuimos a la mar a hacer snorkel. Nadamos harto rato y vimos varios peces tropicales multicolores, una pequeña medusa y tortugas acuáticas. Hasta vimos una palmera hundida.
Justo en el preciso instante en que nos salimos del agua comenzó a caer mucha lluvia y ensucio el agua, no quería parar de llover!! Esperamos q se viera más clarita pero no hubo caso. Un señor se sentó con nosotros en la playa, mientras conversábamos nos mostraba su artesanía, nos dijo sin compromiso pero al ratito ya nos quería encachuflar un collar para las mamás, las hermanas, las sobrinas, las primas… decía q eran exclusivas, pero eran de esos collares q se ven por mil en las ferias artesanales. Bueno este señor nos contó que vive en el pueblito a la entrada de la isla, hay unas motos que van desde el pueblo a la playa, casi todos viven del turismo. El no tiene dinero para pagar la moto y todos los días camina dos horas para ir a trabajar. Además nos contó que el hotel que se encuentra en la isla, Decameron, no ha permitido que se construya el puente que une la isla con la civilización, dice q no les conviene porque hay una cierta exclusividad y también no les conviene por el dinero, ganan más sin el puente.
Queríamos seguir conociendo la isla y nos fuimos a la punta más extrema se llama Barú, nos dijeron que había camino pero estaba malo por las lluvias y las salidas de los manglares. Nos hicimos los valientes y seguimos el camino. Bueno y pudimos verificar con nuestros propios ojos que el camino estaba pa la historia. En un sector la marea subió tanto q se llevó parte del camino y hasta estaban los postes de luz inundados.
Después de una travesía 4x4 llegamos a Barú, no pasamos desapercibidos éramos los únicos que nos habíamos aventurado a ir a ese sector en camioneta, además éramos los únicos blancos, o sea más claritos, porque la mayor población es de personas de color negro, una piel brillante y única. Antes de llegar al centro del pueblo había q cruzar la parte más difícil, estaba lleno de barro y era profundo, una viejita nos dijo q le diéramos no más, q pasábamos, que si nos quedábamos pegados, sus vecinos son solidarios y nos ayudarían… además nos aconsejo ir derechito y con harta fé… con ese consejo pasamos…
Por el sector donde anduvimos hay una cancha, había muchos niños celebrando que habían ganado un partido. Nos llamo la atención uno que andaba con un pajarito. Los niños se ríen y nos miran tímidamente. No estuvimos mucho rato porque andábamos con poco petróleo y quedar varados ahí, con la pana del tonto, no sería muy divertido.
Salimos de la isla y de inmediato nos fuimos en busca de una bomba de bencina, luego partimos a Barranquilla, pasamos por un sector donde se había desbordado un río. Las lluvias han golpeado duro todo este sector.
Llegamos a la ciudad de los arroyos y fuimos a ver a la Clau con el Pablo, conversamos un rato y luego nos fuimos a descansar a la casa de Luis.
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