Nos despedimos de los bomberos y nos vamos, nos alejamos de la costa y nos internamos por la provincia de Monagas…. Llegamos a un lugar bello que queríamos conocer… el Delta del Amaruco… este delta se forma por la desembocadura del Río Orinoco, el río más grande de Venezuela… este río es alimentado por otros ríos más pequeños, lo que hace aumentar su caudal.
Llegamos a un pueblito de nombre Barrancas, ahí logramos ver lo caudaloso que es el río… en el muelle hay muchos indígenas, nos cuentan que vienen de otros lugares en pequeños barquitos, se vienen a aprovisionar al pueblo y luego se van.
Los indígenas son morenitos y con los ojos medios achinados, las mujeres visten vestidos coloridos, son anchos y son hasta la rodilla.
Luego de recorrido ese pueblito nos vamos a Tucupita, en el camino nos hacen parar varios hombres vestidos de policías… nos preguntan cómo estamos y nosotros en un acto inconsciente vamos sacando los documentos que generalmente nos piden en los controles… pero ellos no quieren los papeles… nos piden dinero, nos miramos con el Pablo, creo que estábamos pensando lo mismo (policías chantas, váyanse a la misma mierda… y su gobierno no los tiene tan bien que andan pidiendo en la calle, acaso no tienen sueldo), la verdad que no teníamos ninguna gana de darles dinero, pero eran muchos y estaban armados… les pasamos como 4 bolos ($240) con la excusa de que no teníamos más dinero…
Entramos a Tucupita con ganas de no pararle a ningún policía, menos mal q no vimos a ninguno. Paseamos por la costanera, nos paramos cerca de un anfiteatro… allí había un niño pequeño que estaba jugando beisbol con su papá.
La costanera es linda, está bien arregladita y vemos que está más o menos limpia. En la orilla del río hay palmeras y pasto, incluso hay sectores en que hay arena… son como playas, aunque a mí no me dan ganas de bañarme porque deben haber muchos bichos raros en el agua, el Pablo vio una culebra en el agua… ni amarrados nos metemos.
Atardeció mientras íbamos rumbo a Puerto Ordaz, nos contactamos con Eva de couchsurfing y ella nos daría alojamiento.
Entramos a Puerto Ordaz, ya nos habían dicho que es diferente a toda Venezuela… hay unas carreteras enormes, un puente también gigante… seguimos las instrucciones para llegar a la casa de Eva, pero en vez de llegar allá dimos con la entrada a la empresa más grande del país de siderúrgica, Sidor. Como es tan grande tiene muchas entradas, nosotros entramos a dos… nos dimos por vencidos y le preguntamos a alguien… el señor muy amablemente converso con Eva por teléfono y nos dirigió en su auto hasta encontrarnos con ella.
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