miércoles, 26 de enero de 2011

El Paují a Santa Elena de Uairen

4 de Enero de 2011

Despertamos sabiendo que necesitamos ordenar nuestras cosas para emprender el retorno. El César decide sacar la escalera del segundo piso del hogar y ponerle unos tablones para evitar que se suban a dormir al lugar, además compró creolina para rociar en el cuarto para eliminar los bichos y dejarlo desagradable para ser habitado. La Negrita y la Ámbar se encargan de cocinar y ordenar ese sector, mientras que yo me encargo de la camio y el poco espacio disponible para acomodar nuestras cosas.

En toda la limpieza recolectamos tres bolsas gigantes de basura y un par de maletas viejas; las montamos en la tapa de atrás de la camio y nos vamos con César al basural a botarlas. Si bien El Paují es una comunidad hippie en la cual algunos de sus habitantes se caracterizan por amar a la naturaleza y contaminar lo menos posible el medio ambiente, el basural nos muestra todo lo contrario, ya que no es un sector preparado ni establecido para tales fines; es una calle escondida a las afueras del pueblo donde en alrededor de 1 kilómetro hay basura sembrada por todos lados… y donde quedaron los hippies digo yo?... el César me cuenta que de vez en cuando viene una retro a remover la basura para acelerar el proceso de descomposición… en fin.

Llegamos nuevamente al hogar y la Negrita sale con Assha a comprar algunos recuerdos. En eso aparece Sol que está metido en el manso culebrón amoroso!. A él le gusta una niña del El Paují, pero ella pololea con un nativo de la zona, y el nativo de la zona pololea con una man en Santa Elena, y pa más cagarla el Sol se fue de cacería el año nuevo con otra socita!!!... en fin!, cosas de hormonas adolescentes!.
El Sol es bien divertido, y al igual que César se maneja en el arte de sacar la vuelta!, jajaja, así que para desinflar un par de colchonetas se dio más vueltas que mojón en el agua.

Ámbar se encarga de buscar una persona para que le mantenga su casa en el transcurso del año, la idea es que corte el pasto cada dos meses y vigile que no se quede nadie a vivir ahí, para no encontrarse nuevamente con el caos, a la salida de El Paují logramos encontrar a la persona indicada.

Rumbo a Santa Elena nos topamos con unas tres caravanas más de 4x4, y luego llegamos a un sector donde extraen caolín. Ahí nos detenemos y Ámbar nos cuenta que eso lo ocupan para hacerse tratamientos faciales, para dejar la piel suave. La Negrita y Assha se encargan de recolectar el producto para preparar las cremas milenarias en la noche.

Luego llegamos a un sector lleno de máquinas, ya que están reparando el camino, lo más curioso es que en ese lugar está el mismísimo alcalde!. Ámbar nos cuenta que le carga estar en la oficina así que sale a arreglar caminos y él mismo maneja las máquinas retroexcavadoras!... eso me recordó a Piraña que anda en su helicóptero personal visitando a la gente, jajaja. Cuando César y Ámbar quedaron en pana fue por ese sector, así que los vehículos de la alcaldía los remolcaron hacia Santa Elena.

Llegamos a Santa Elena nuevamente, comimos unos porotos negros con arroz y un ají que preparan los indígenas con extracto de yuca, ají e insectos de la zona, ingrediente que varía según la época del año y puede variar entre hormigas, saltamontes y otros bicharracos… la verdad es que es bien picante, pero le encontré como gusto a tierra, jajaja, igual no es malo pero tampoco es lo mejor del mundo.

Luego Negrita compartió con Elizabeth y yo me fui a armar nuestro hogar y nos acostamos.














No hay comentarios:

Publicar un comentario