jueves, 13 de enero de 2011

Guaramé a Porlamar

22 de Diciembre de 2010

Gracias a Ámbar nos gustan las arepas, esa mañana nos preparó unas muy ricas… de harina de maíz, pero amarilla y con semillitas, de sésamo y linaza, le quedaron deliciosas. Ahí le encontramos el gusto a comer ese pichiruche, hasta llevamos harina de maíz para prepararlas en Chile… jajajja

Al ladito de la casa de Ámbar y César vive una pareja de hermanos chilenos, son jóvenes y son muy cuicos… nosotros los cachamos de una cuando hablaron, es tan típico de los pelolais el hablar con la papa en la boca… un día en la mañana nos fueron a saludar pero después no sé dio el momento para conversar con ellos, bueno nosotros tampoco lo creamos… eran estos típicos niños cuicos que viven a expensas de sus papás… ellos viven en la isla y sus papás les mandan plata… además de eso eran alumbrados y drogadictos…. En ese mambo nosotros no nos metemos.

Ese día fuimos al centro de la isla a cambiar dinero, teníamos dólares y necesitábamos bolos. César nos guío en su pichirilo, fuimos a una parte donde nos daban un mal precio por los dólares y después de buscar encontramos a un hindú que nos dio un precio razonable.

Aprovechamos para comprar los pasajes de regreso a tierra firme, lo programamos para el día sábado 25, después de la navidad. Los chiquillos también compraron pasajes para esa fecha para ir a pasar el año nuevo a La Gran Sabana, a ese mambo también nos invitaron. Jejej.

En la tarde nos fuimos a la casa club. Ámbar nos contó varias cosas de su vida… ella es de La Gran Sabana, creció allá, entre cerros, tepuyes, lluvias, árboles, cielo azulado y ríos eternos. Tiene otro hijo de su primer matrimonio, el se llama Sol, tiene 15 años y vive en Caracas con su padre. Se van a juntar para navidad en la Gran Sabana.

Además nos contó de sus embarazos, Sol nació en una clínica pero en el agua. Y Assha nació en la casa de Santa Elena de Uairen. Se atendió siempre con un doctor y cuando fue el momento, fue al hospital para que le vieran cuantos centímetros tenía de dilatación, con esa información se fue para su casa. A las horas, con ayuda de una partera, otras mujeres y de César, Asshá salió al mundo. Por lo que nos cuenta, fue una experiencia bacán…. Con todo lo que nos contó, nos convenció de que cuando tengamos un retoño vamos a hacer algo parecido.









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