Ana es dueña del departamento y para generar ingresos lo arrienda por días a los turistas. Nos cuenta que desde el 20 de este mismo mes tiene que ir a vivir a otra parte porque van a llegar algunos arrendatarios. También vende postres y en esta época vende Hallacas, el plato navideño tradicional de los venezolanos.
Ese día no quisimos salir a pasear, nos quedamos en el departamento conversando y conectados en internet.
Con Pablo decidimos no quedarnos más en casa de Ana. Nos contactamos con unos amigos de la otra pareja de chilenos que anda viajando, Ámbar y César, y mediante mensajes de texto logramos que nos dieran un espacio en su casa.
Después de que el Pablo trato de arreglarle el computador a Ana, partimos a Guaramé, el sector de la isla donde viven Ámbar y César.
Llegamos allá de noche, viven cerca de la playa, en una casa que tiene dos pisos. Ellos viven en el piso de arriba.
Fue fácil dar con su casa porque hay dos escarabajos estacionados afuera, uno amarillo que es de Ámbar y el otro azul de César, además el chascón Pablo nos facilitó el punto GPS que lo tomó cuando los visitaron en su paso por la isla.
Estaban haciendo miles de cosas porque al día siguiente celebrarían el cumpleaños de su hija, Assha.
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