Despertamos y nos encontramos con tremenda sorpresa!, al costado de nuestra camioneta había un árbol lleno de cuncunas gigantes, eran miles! Eran cuncunas bellas, de color negro, amarillo, naranjo, además tenían el tremendo aguijón en el poto… si nos acercábamos mucho las cuncunas comenzaban a levantar la cabeza… medios violentos esos
bichitos… ahh y tenían lleno de su caca! Eran como mini choclos negros.
Dejamos todo ordenado y nos fuimos a caminar de nuevo por las dunas… el sol estaba más fuerte q nunca… pero no importa, ese paisaje valía que quedáramos cholitos.
Caminamos toda la mañana y disfrutamos del agua de Lagoa Bonita… como no había nadie pudimos bañarnos desnuditos!, jajja. Fue bacán sentir la libertad de ese momento…
Después decidimos seguir avanzando en nuestro viaje y salimos del Parque Lençois… la verdad que fue más fácil que entrar porque ya conocimos el camino y no nos quedamos pegados. Llegamos a Barreirinhas y seguimos hasta Tutóia, donde le hicimos una mantención a la camioneta… por algunos reales nos lavaron el motor y engrasaron un par de piezas… es q con tanta arena que tenia la pobre, ya estaba chillando mucho.
De ahí emprendimos viaje, hasta llegar a una estación de servicio donde pasamos la noche.
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