Salimos con destino al Parque Chapada Diamantina… el paisaje comienza a cambiar totalmente, ya no vemos palmeras, ni caña de azúcar, ni mata atlántica… se torna más árido y aparecen los cactus y espinos…. Hace más calor que en ninguna parte de Brasil!!!
Pasamos por un pueblito donde vendían castañas de caju…. Muy ricas y estaban baratitas. Seguimos viajando y vemos cactus, cactus y cactus… de repente se asoma una roca enormeee!!! Y siguen los cactus, cactus y cactus.
Vemos un cartel de un posto de servicio que tiene la tremenda promoción, dice “si cargas 300 litros de combustible te llevas un almuerzo gratis”, jaja, lástima q nosotros tenemos menos litros.
Paramos de nuevo en una especie de ramada, vendían sandía y piñas, preguntamos los precios, queríamos comprar las piñas… el señor llega y parte una sandía y nos da… estaba rica… nosotros pensábamos que nos estaba regalando pero después pegó el palo, jajaj. Nos cobró las piñas y la sandia… nos salió cara la parada.
Viajamos bastante y el paisaje es el mismo… luego de unas horas llegamos al Parque Chapada Diamantina… la ciudad de acceso se llama Lençois y para allá partimos.
Lençois es bonito, es un pueblito pequeño que fue construido en el siglo XIX, donde comenzó la explotación de piedras preciosas, especialmente de diamantes… No nos demoramos nada en recorrerlo… hay muchas posadas porque hay bastante turismo en la zona, en el parque hay mucho por descubrir cachoeiras (cascadas), ríos, cavernas, cerros, etc.
Dejamos la camioneta y vamos caminando hacia un lugar llamado Serrano, donde hay unos pozones de agua… el lugar es maravilloso… el agua es color café a causa de la descomposición de organismos vegetales y la roca es una matriz de un conglomerado de piedras… bello, bello!! Además desde allí se puede ver Lençois.
Allá se nos acercaron dos niños a conversar… nos decían que podían ser nuestros guías, al principio nos decían que nos cobraban barato pero después que le dijimos que no queríamos guías y que andábamos en la camioneta, cambiaron de parecer… nos decían que podían ser nuestros guías sin que les pagáramos, pero que los lleváramos en la camio, jajja.
Estuvimos casi toda la tarde con esos niños, después de que nos bañamos en las piscinas naturales de Serrano, fuimos en busca de un camping… los niños nos indicaron el lugar, iban felices en la camioneta, saludando a todo el mundo, jajaja. Vimos el camping y era súper lindo peroooo, costaba caro… finalmente decidimos acudir a la policía… nos estacionamos frente al cuartel y nos dijeron que durmiéramos allí. Dejamos la camio y salimos a caminar.
Lençois es tranquilo… en su momento de gloria fue conocida como la capital del diamante. En el año 1973 fue declara patrimonio histórico, lo cual ha favorecido a que toda la arquitectura colonial sea muy bien preservada.
Tiene varias edificaciones bien famosas, como el puente que une parte del pueblito… cerquita esta el Mercado que fue el escenario de comercio de esclavos en el siglo xix y actualmente es un mercado cultural… ambas construcciones son de piedras.
En nuestra caminata nos topamos con un hospital público y aprovechamos de ir al doctor…. cuando estuvimos en amazonia, al Pollo le pico un bicho en la nalga, al principio pensábamos que era una espinilla pero no se sanaba, ya nos comenzamos a preocupar cuando comenzó a inflamarse… aprovechamos que la consulta era gratis y entramos. La doctora apenas le miro el poto… su diagnóstico: “te pico un mosquito, compra esta crema”… con receta en mano partimos a la farmacia, pero no tenían a la venta esa crema…. Además no le creímos mucho a la vieja, la atención fue media chanta, así que decidimos no comprar la crema y esperar la evolución de la picadura….
Nos fuimos al hogar, en la plaza… estábamos muy cansado y ni nos dieron las energías para cocinar… el Pollito se quedo dormido en la calle y yo en una silla, jajajja… cuando nos dio hambre nos comimos una piña, para calmar la lombriz solitaria… Así termino el día, jajaj, todos pegoteados con el jugo de piña y con gente mirándonos raro.
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