domingo, 20 de marzo de 2011

Itamaraju a Sao Mateus

05 de Marzo de 2011

La noche anterior, cuando estábamos cenando, se nos acercó un camionero. Nos habló de su vida… nos contó que él sentía que en Brasil no se valorizaba la labor del camionero… dice que los tratan pésimo y los sueldos son míseros. Él decidió comprarse un camión y ser independiente, así puede ganar más dinero… lamentablemente con ese trabajo el decidió no tener una casa… vive en la carretera, en los puestos de servicio y su hogar es el camión.

En la mañana yo creo que abrimos un poco los ojos con este tema de los camioneros… vimos dos mujeres, una de ellas esta embarazada y viven en una construcción abandonada cerca de la bomba… después de observar sus movimientos, era evidente que eran prostitutas. Luego de unas cuantas conversas con personas, nos dimos cuenta que el mundo del camionero está rodeado de vicios…. Siento que no se puede juzgar porque la vida que llevan es bastante dura y quizás buscan un medio de escape.

Salimos del estacionamiento y emprendemos viaje… en el camino sólo vemos eucaliptos… una cosa diferentes es que hay muchas casas en el terreno que queda entre la carretera y la reja de las propiedades privadas. Son tomas, pero es increíble que además de ver mediaguas precarias, vemos casas, incluso algunas tienen jardín, plantaciones y hay hasta una Asamblea de Deus.

En el camino hacia Itaúnas, un lugar recomendado por Ana y Rodrigo, de 1.000 Días Por América, hay una plantación de eucaliptos, de muuuchoos eucaliptos… íbamos pasando y se cruzan dos gatitos corriendo…. Al principio pensamos que eran gatos, pero después nos dimos cuenta de que eran tigres… tenían el cuerpo mucho más alargado, una cola larga, además el pelaje era de color gris con puntos de color más oscuro. Que linda sorpresa nos da el camino!!

Llegamos a Itaúnas y dejamos la camioneta estacionada frente a la policía… vimos hartos hippies buenos para la hierba en la plaza, el pueblito se veía bien tranquilito. En plena plaza había un tronco de un árbol gigante!!, era bien bonito, se veía como una escultura… Caminamos hacia las dunas y llegamos a la playa… habíamos llevado los trajes de agua, pero el mar estaba tan violento y con tanto viento que apenas tocamos el agua con los pies.

No nos quisimos quedar mucho rato y continuamos al siguiente pueblo… llegamos a Conceiçao Da Barra. En ese pueblucho tuvimos nuestro primer encuentro cercano, del tercer tipo, con el CARNAVAL…

Paseamos en la camioneta y en todas las calles veíamos gente disfrazada, haciendo su vida fuera de la casa… la mayoría ponía los parlantes en el patio y competían quién tenía la música más fuerte… ahh y a ninguno le faltaba su vasito en la mano… en estas andanzas nos paro un hombre – guagua- soldado, fue tan divertido… el tipo más borracho que Che Copete, estaba dirigiendo el transito. De repente vemos un camión enorme con parlantes y gente bailando jajja. Nos estacionamos para mirar… era un montón de personas que seguían al camión, de todas las edades, hasta una mujer en muletas vimos, jajaj. Paso un tipo con traje de baño y con una tira de condones, jajja, eso es carnaval!, se juega a todo.

Los hombres se subían arriba de una pandereta a bailar a torso desnudo jajjaja, tremenda performance que hacían, ajja. Me caen bien los brasileños, son tan gozadores!!

Cuando se oscureció buscamos un lugar para quedarnos… salimos de la ciudad, porque con tanto borracho dando vuelta iba a ser imposible dormir tranquilos. Pasamos por un puesto de policía y luego por un terminal de buses… nos bañamos ahí y luego nos devolvimos a la estación de policías… nos estacionamos frente a la garita.

Preparamos la cena y ordenamos la suite, mientras que hacíamos todo eso, unas hormigas asesinas nos atacaban. Eran enormes y mordían fuerte… tuvimos que subirnos arriba de unos pisos para no sufrir tanto… y así llegó la noche, la lluvia y morfeo.





















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