viernes, 11 de marzo de 2011

Joao Pessoa a Olinda

17 de Febrero de 2011

Salimos de la casa que nos prestaron y fuimos a dejar las llaves. No conversamos con la mamá de José porque le dejamos las llaves en la portería de su edificio.

Luego partimos a pasear por la costanera de Joao Pessoa y llegamos al Faro Cabo Branco, es una especie de monumento que señala el extremo más al oriente de Suramérica, pero ocurre lo mismo que en Ecuador… el monumento está corrido, jajaj.

Después de sacarnos las respectivas fotos nos fuimos al real extremo oriental… por supuesto ayudados por el tan útil GPS que andamos trayendo… este aparatito nos llevo a una pequeña playa, llamada Punta de Seixas, donde hay una barraca (así se le llama a los quiscos donde vender almuerzos y bebidas en la orilla del mar). También había personas pero yo creo que no tenían idea de donde estaban… aunque el lugar ni un brillo porque no había ni una plaquita o cartel que dijera algo. Bueno lo que más yo creo que le llamo la atención al Pablo, porque hasta le hizo grabación y le saco fotos, fue a una mujer que estaba en colaless tomando sol en una silla… Me dice que son regalos para los amigos… q feoooo!!! Ni un respeto!!...

Salimos de esa playa nos dirigimos al centro histórico de la ciudad… recorrimos sus calles… es muy grande!! Tiene varias iglesias muy antiguas, la arquitectura es muy parecida a la de Valparaíso. Estuvimos toda la mañana dando vueltas…. Al rato salimos de la ciudad para seguir avanzando… en la ruta paramos a comprar aguacates, no le dicen paltas y son muy diferentes a las de Chile, son más aguadas. Compramos tres pero estaban duras como piedra así que tuvimos que esperar como tres días para que maduraran.

Anduvimos muchas horas por la autopista…. En el paisaje sólo se ven las plantaciones de caña de azúcar, lo otro que vemos son los militares que están arreglando las calles. Sii! No son empresas concesionadas sino que son los mismos militares los que construyen y arreglan las carreteras, bueno, por lo menos en esta parte del país y por eso creemos que no hay peajes…

Cuando íbamos viajando salió la luna… y qué luna!!!, estaba llena y muy bella.
Finalmente llegamos a Olinda, nuestro destino para ese día. Se suponía que nos iba a alojar una persona de couchsurfing pero nunca nos mando la dirección ni su teléfono para contactarlo… estuvimos un buen rato dando vueltas, sin saber qué hacer… si hubiéramos sabido que no teníamos donde llegar en esa ciudad no hubiésemos llegado de noche… además cuando no tenemos donde llegar preferimos quedarnos en la carretera en algún puesto de servicio con los camioneros porque en las ciudades hay más riesgos y nos cuesta mucho encontrar un lugar donde dormir.

Bueno se nos ocurrió mandar una solicitud de couch de emergencia… en ese momento no ocurrió nada. Después de conversarlo nos fuimos al centro histórico y vimos una estación de policía turística… le preguntamos si podíamos estacionarnos afuera para pasar la noche y nos dijo que sí. Dejamos la camioneta y nos fuimos a caminar…

Olinda le hace honor a su nombre… es una ciudad muy linda! El centro de la ciudad, ubicado en un pequeño cerro, es el más turístico, además de ser la parte más antigua… tiene calles angostas y empedradas, todas las calles bajan y suben. Las casas son muy antiguas y muy bien arregladas… en ese minuto toda la ciudad se estaba arreglando para el carnaval… en todas las calles había adornos y luces.

En la plaza central está ubicada la catedral, está en lo alto de un pequeño elevación de tierra… abajo había una batucada… el ritmo de los tambores hace que a todos los que pasan por el lugar, le den ganas de mover el esqueleto.

Caminamos hasta llegar a una calle donde había fiesta… miramos en un local y estaban los de la banda ensayando para el carnaval… seguimos a la masa y llegamos al centro de la fiesta… hace un rato había tocado una banda musical y eso hizo que se reuniera mucha gente… lo más divertido es que la calle era súper angosta, ya no cabía mas gente y además pasaban autos!! Jajaj pero eso a ellos ni le importaba… lo estaban pasando bien… los brasileños tienen otro carácter, son mucho más alegres, fiesteros… en la calle se veía a todos tomando cerveza pero no se veía a ningún borracho jugoso…

Cuando estábamos en la fiesta nos mandan un mensaje al celular diciéndonos que nos podían ayudar con alojamiento para esa noche!!, eh eh eh!! nos pusimos de acuerdo y nos reunimos cerca de la policía donde habíamos dejado la camioneta… llegamos allá y estaba Johan, es un gringo que vive 6 meses en Olinda y otros 6 meses en África… el nos dijo que nos podía alojar esa noche, pero nosotros ya nos habíamos hecho la idea de dormir en la camioneta, sólo le pedimos que nos prestara baño.

Después de un ratito nos juntamos con unas amigas de Johan, y nos fuimos a la fiesta en la calle… lo pasamos súper bien… nos reímos un montón con Fernanda y Estela… ellas nos ofrecieron el estacionamiento de su casa para vivir todo el tiempo que queramos, ajjaja.

Nos contaban que desde diciembre es carnaval en esa ciudad, todos se preparan y la ciudad se transforma… llegan muchos turistas de todas partes, porque en Olinda el carnaval es en la calle y es el más grande e importante de todo Brasil. Ahí nos explicaron, porque en Río de Janeiro existe el sambodromo, donde desfilan las escuelas de samba, pero para entrar hay que pagar.

Estuvimos harto rato conversando, el carrete siguió y nosotros nos fuimos a dormir a la camioneta, pero antes pasamos a la casa de Johan a tomar un baño.





































No hay comentarios:

Publicar un comentario