domingo, 20 de marzo de 2011

Tapiacanga a Maracás

02 de Marzo de 2001

En la mañana pudimos ver donde había quedado la camio, después del movimiento que habíamos hecho en la noche… por poco quedamos en el camino… más encima estábamos en una curva y pasó un bus que por poco nos choca!!! Mal cálculo!! Pero no parábamos de reírnos de nuestra torpeza… levantarse en medio de la noche para mover la camio para no morir aplastados por una rama. Jajajja. Yo creo que las familias del sitio también nos miraron extrañados, ellos nos habían visto un lugar y amanecimos en otro, jajaj.

Nos levantamos y comenzamos el viaje de ese día. Nuestro destino era ir a Pozo Azul… recorrimos unos pequeños pueblitos próximos a Chapada Diamantina… en la mayoría de ellos hay un gran porcentaje de afrodescendientes. Las escuelitas son pequeñas, parecen cárceles y en muchos lugares vemos carteles de prevención del Dengue.

Llegamos al sector donde se encuentra Pozo Azul, nos enteramos que es propiedad privada por lo que hay que pagar, además hay que cruzar un río en una balsa... Decidimos no ir porque nos salía muy costoso… para aprovechar el pique nos metimos al río para el baño matutino. Tomamos desayuno y los mosquitos se desayunaron con nosotros.

Emprendimos rumbo a Mucuge, en la entradita del pueblo, entre los cerros llenos de rocas se divisan pequeñas construcciones blancas, es el cementerio. Éste tiene un estilo bizantino y fue construido en 1855. El cementerio es uno de los lugares más visitados por los turistas, son pequeñas columnas con puntas pintadas de blanco… nosotros caminamos entre las tumbas y hay unas muy viejas. Dicen que es el único cementerio bizantino en el continente americano.

Recorremos la ciudad… Mucuge tuvo sus tiempos de gloria con la extracción de minerales preciosos en la zona, por lo mismo llegaron muchos esclavos a trabajar a las minas. El pueblito es lindo, tiene calles empedradas, las casas son antiguas y multicolores. Tiene una iglesia que fue construida por los esclavos, es blanca con azul y tiene dos pequeñas torres laterales.

En ese lugar nos abastecemos de jengibre en polvo y de azafrán… nuestro doctor ayurvédico, nos dijo que lo incorporáramos a nuestra dieta, jajaj, y nosotros le hacemos caso. Además en Chile no se ven esos dos condimentos y acá son ultra baratos.

En la misma ciudad fuimos a un mercado de herramientas y cosas para la casa, un homecenter del oeste!!!… entramos pensando que era supermercado pero no era. Bueno, cuando entramos nos encontramos con que vendían de todo para el vaquero, fundas de cuero para la navaja, cinturones de cuero, gorros, cuerdas, monturas para caballo, de todo!!! Nosotros queríamos comprar un par de cosas pero…. Nuestro mayor limitante, las lucas! Igual disfrutamos con todos los cachureos del oeste que habían.

Salimos de Mucuge, vemos muchos árboles, mucha floresta, pero luego el camino comienza a cambiar, se vuelve más seco, vemos más arbustos, más cactus… no avanzamos mucho porque el camino está pésimo, en algún momento estuvo pavimentado pero ahora sólo quedan hoyos.

En la ruta vimos a un vaquero del oeste, de los de verdad!!!! los que sólo se ven en fotos!!! estaba sentado en una casa, al lado estaba su caballo amarrado a un palo. El vaquero andaba con botas de vaquero y con chaqueta de cuero café, unos cubre pantalones también de cuero, además tenía ese gorro que vimos en un museo, es de cuero pero duro y tiene la forma de un casco español, de esos que usaban en la conquista, jaja… puchas lo único que no le sacamos fotos!.

Pasamos por un pueblito donde queman la basura… se veía tan feo, como desolado, sucio… era como una imagen apocalíptica. En el mismo pueblo, un cartel ilumino la tarde… era de un negocio que se llamaba FABIANA. Fue imposible no sacarle una foto, recordé a esa personita que amo, mi sobrina… vienen a mí un montón de recuerdos, que ganas de poder abrazarla.

El sol nos acompaña con un bello atardecer… vamos por un camino lleno de vacas y cactus… nos sigue muy de cerca un bus escolar… que buena! Son buses que van a buscar y a dejar a los niños a sus casas para que puedan estudiar. En Brasil los hemos visto frecuentemente en las pequeñas ciudades.

Luego de muchas horas de viaje llegamos a Maracás. Nuestro destino para ese día. Como siempre nos dimos un montón de vueltas buscando un lugar para quedarnos, después de hacer unas averiguaciones respecto a la seguridad del lugar decidimos quedarnos en la estación de servicio que está dentro de la ciudad. El señor de la bomba muy simpático, nos dijo que el velaría por nuestros sueños, porque tenía turno en la noche.



























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