En la mañana partimos a hacer la caminata hacia la Cachoeira da Fumaça… sólo para llegar al inicio del camino nos demoramos cerca de una hora, jajja.
Cerquita de la entrada al sector de la cascada hay una casa de veganos… se nota porque tienen un montón de carteles alusivos al tema… bueno la mayoría de hippies que vive en Vale do Capao es vegetariano o vegano. Para los que no saben los veganos son el extremo, no comen ningún derivado de animal, ni leche, ni huevos, ni mantequilla, nada… ni hablar de la carne.
Antes de comenzar la caminata hacia la cascada debemos pasar a la oficina de los guardaparques donde hay que anotar los nombres y la hora de partida… algunas personas van con guías turísticos porque les meten miedo, les dicen que hay personas que se han perdido, que el camino es difícil y que desde el mirador de la cachoeira se ha caído gente… nosotros no fuimos con guía, sólo con el GPS.
La caminata no fue difícil, para nada, el paisaje es bello, se va ascendiendo en altura y se puede ver todo el valle… además de ver las formaciones rocosas a lo lejos. Se sube hartooo y luego se llega a una planicie… arriba casi todo es roca y por las fuertes lluvias que ha habido se forman pequeñas piscinas… La vegetación es baja… hay muchos arbustos y por lo mismo poca sombra!
Antes de llegar al mirador de la cascada se pasa por un río de agua color café, ese fenómeno se genera por la descomposición de organismos vegetales… esa misma agua es la que cae por la cascada….
La Cachoeira da Fumaça es impresionante… tiene una caída de 340 metros de altura, por lo mismo cuando el agua cae no llega al suelo, se esfuma!!! Nos acostamos en una roca para mirar el vacio y shutas que da vértigo!!! El Pablo que es masoquista se quedo mucho rato mirando, yo estuve como 2 minutos y me vino las ganas de estar en terreno firme. Es muy terrible la sensación… pero se puede admirar la caída del agua y se ve bellísimo.
Desde ese mismo lugar se puede observar una panorámica de un sector del Parque, es bellísimo! En el parque se pueden hacer varias caminatas a diferentes lugares, está el Valle de Paty, unas cascadas muy lindas, pero para todas se necesitan mínimo 5 días.
Después de estar mucho rato admirando la belleza del lugar se nos ocurrió ir a bañarnos al río… refrescante… comenzó a atardecer y emprendimos la retirada. Íbamos cansados y cuando llegamos a la casa de Julio estábamos muertos de hambre… partimos al circo a comprar pizzas, jajja, nos comimos una solitos, ricoooo!
Julio necesitaba ayuda para atender el negocio y nos pidió a nosotros… el Pollito estaba de cajero y yo atendiendo a la gente… fue entretenido, jajja. Aunque estábamos todos sudados y sucios por la caminata del día… pero nadie se dio cuenta!!
Se nos pasó volando el tiempo… en algunos momentos fue estresante porque cuando se terminaba alguna función, se acercaba toda la masa de personas a comprar pizza… estaba muy rica y el trozo era baratito! Sólo nos fuimos a la casa cuando se vendió todo… jejej.
Llegamos a puro bañarnos y a dormir, ya no dábamos más de cansados!
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28 de Febrero de 2011: "En casa de Julio..."
Desde que llegamos a Vale Do Capao dijimos: “aquí sí que vamos a descansar”, jajaj, pero no paramos en todos los días que estuvimos allí… hasta trabajamos, lavamos a mano la ropa, ordenamos la camioneta y otras cosas rutinarias…
Esa mañana le preparé un desayuno nutritivo al Pollito… para recuperar energías… huevitos, tomate, pan integral, juguito de manga y hasta flores llevaba la performance… Julio estaba tomando desayuno solito, así que lo invitamos a nuestra mesa.
Es entretenido conversar con Julio… tiene más historias que Walt Disney… salió hace mucho rato de Chile… su ex esposa es brasileña y sus hijos, físicamente no se parecen mucho a él, son todos negritos como la madre. Conoció a su mujer en Brasil y después se fueron a Chile pero no se acostumbro a ese Chile que se estaba construyendo después de la dictadura, así que volvió a Brasil.
Ha trabajado en muchas cosas, a pesar de que no tiene una profesión sabe hacer un montón de cosas… cuando llegó a Vale do Capao se enamoró del lugar y se compró una casa… luego puso un restorant de comida japonesa que sólo funciona cuando hay mucho movimiento en el pueblo, también aprovecha para vender pizza en algunos eventos.
Se construyó una casa ecológica aprovechando los materiales que habían en el lugar… es una casa de adobe con madera bien bonita. En la pared incrustó botellas de vidrio para que entre luz y las ventanas son de parabrisas de autos antiguos.
Se nos va rápido la mañana…. Julio nos invita a almorzar y tiene una sorpresa… una argentina, que no logramos recordar el nombre, cocinó… nos sorprendió lo deliciosa y producida que estaba la comida… le pregunté la receta para cocinarla algún día… era un pastel de papas, zapallo relleno y muchas ensaladas… estaba todo delicioso y también la compañía no podía ser mejor, estaba Santiago, Julio, Morena, su hijo, la argentina y nosotros.
Esa tarde conocimos a Cristián, un chileno que recién había llegado a Vale do Capao… fue un descubrimiento conocerlo… Pablo lo ayudó a llevar unas maletas en la camioneta hasta la casa que estaba arrendando con su pareja y su hija… y vinieron muchas conversaciones…
Cristián es artesano, al igual que su mujer que es europea de los países fríos… se conocieron, viajaron juntos y luego ella quedó embarazada… estaban viviendo en el sur de Chile y cuando se acercó la fecha de parto se fueron al norte en Combi… la Combi quedó en pana y tuvieron a su bebe en Caldera, en una piscina de agua salada… les ayudó una mujer que al parecer era partera, que no le cobró nada y el tipo de la piscina sólo le pidió a cambio un galón de gas. No quisieron ir en busca de un hospital porque también tienen conciencia de que finalmente todo es un negocio y el trato es muy impersonal.
Cristián estudió en la universidad, pero se dió cuenta que no era algo que lo estaba haciendo feliz y se fue de viaje… nos contó que recorrió varios países vendiendo artesanías, incluso conoció Europa a través de ese trabajo… pasaron los años y comenzó a necesitar un poco más de estabilidad, y la venta de artesanía no se la estaba dando… conoció a una persona y a través de ella descubrió la Ayurveda y se fue a estudiar a la India.
La Ayurveda es la medicina tradicional de la India, tiene sus inicios hace millones de años, incluso algunas personas dicen que antes de Cristo. Esta ciencia tiene una mirada integral, piensa que para la prevención y sanación de enfermedades es importante ocuparse del cuerpo, la mente y el espíritu. En los tratamientos se utilizan dietas y hierbas medicinales y su premisa es despertar el equilibrio natural de la relación mente-cuerpo y de esta manera curarse a sí mismo.
Fue muy interesante conversar con él, porque nos explicó un montón de cosas que desconocíamos. A mí me interesó un montón y me dieron muchas ganas de ir a la India… pero primero necesitamos aprender inglés. Jaja.
Ah, nos contó un mito del que se habla en la India… dicen por ahí que cuando Jesús se perdió en el desierto orando… no estaba orando, sino que había ido a la India a aprender Ayurveda y con esa sabiduría el pudo curar a las personas, jajaj.
El Pollito como anda con unas heridas producto de una picadura le pidió orientación al Cristian y éste le recetó “sangre de grado”, una resina de un árbol de la amazonia, la cual tiene propiedades antiinflamatorias, descongestionaste, cicatrizantes y varias cosas más. Justo él tenía un frasquito que nos regaló. Además, nos orientó para mejorar nuestra dieta alimenticia, porque en la ayurveda es muy importante la alimentación.
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