Sao Paulo a Curitiba

22 de Marzo de 2011

Nos despedimos de Sao Paulo, de Pimpao y de los chicos que nos recibieron en su hogar… Pablo caminó más que kung-fu para ir a buscar la camioneta a casa de Jorge…. Con todo dentro del hogar partimos sin prisa a Curitiba…

El paisaje que nos acompaña es de muchos bosques y montañas… el clima cambia totalmente, se pone mucho más frío. En un tramo del camino vemos muchas plantaciones de plátanos… no habíamos visto en todo nuestro viaje por el Brasil…

Luego de viajar por unas horas pasamos a un sector más frío… paramos en una estación de servicio y vimos a unos autos escoltas… son para proteger a los camiones de posibles asaltos…

Curitiba nos da la bienvenida con muchas araucarias… en Chile es habitual verlas y sobretodo en la zona sur… es un árbol muy importante para la cultura mapuche.

Entramos a la ciudad y se ve mucho más ordenada que otras grandes ciudades de Brasil… nos dirigimos a casa de Patricia, ella nos recibiría por unos días.

Les cuento la historia, Patricia es la madre de Ana, otra viajera, con su marido están viajando por toda América (“1000 Días Por Toda América”, su página es www.1000días.com), ya llevan un año viajando, recorrieron todo Brasil y les llevó meses!. A ellos los conocimos en el Parque Ubajara, en el norte de Brasil… y ahora mantenemos amistad por el internet.

Ana y Rodrigo, antes de comenzar el viaje, vivían en Curitiba y por lo mismo se nos ocurrió preguntarles si conocían a alguien que nos pudiera prestar estacionamiento en esa ciudad. Ana movió sus contactos y nos avisó que su madre, Patricia, nos podría recibir!.

Llegamos a su casa… muy grande y linda… nos recibe Elsa… como luego nos diría Patricia… Elsa es su mano derecha, su mano izquierda y sus pies… sin ella la casa no anda, jajja. Elsa estaba un poquito nerviosa, porque nos decía que ella no entendía español, pero igual nos pudimos comunicar y nos hicimos bien amigas. Al ratito llegó Patricia… la vida nos tenía reservado este encuentro con esta tremenda mujer. Conversamos largamente… es como si nos hubiéramos conocido de toda la vida… Patricia es de las personas con las que no quieres dejar de conversar.

Cenamos una deliciosa cena preparada por Elsa. Esa misma noche nos presentan a la señora Odilia, la madre de Patricia. Me recordó a la mama Chela, mi abuelita.

Luego de mucho rato nos fuimos a dormir… Patricia nos había preparado el dormitorio de Ana para que lo ocupáramos, por fin una camita blandita! no reclamó de la nuestra pero a veces es rico dormir en una cama, jaja.