Tito y María ni querían moverse para no meter bulla… querían que siguiéramos durmiendo hasta cuando se nos antojara, jajaj. Tomamos un rico desayuno al lado de la chimenea, aunque sólo comimos nosotros porque ellos sólo toman mate en la mañana, en realidad muchos uruguachoss (ellos no dicen uruguayos dicen uruguachos, como los argentinos, jeje) reemplazan las comidas por el mate. Quizás sea una buena receta para adelgazar, jajaj.
Pablo aprovechó de sacar fotos a las fotos del matrimonio de Tito y de María… ordenamos nuestras cosas con el corazón lleno de sentimientos… cuando nos tomamos una foto al lado de la camioneta, María invitó a sus vecinas a sacarse la foto con nosotros, jajaj. Una nos dijo que nos había visto en la tele, jaja y nosotros la tratábamos de convencer que no!! Sólo hemos salido una vez en la tele y fue en un canal local de Argentina, jaja. La gente es amable con nosotros, nos ofrecen que cuando vengamos otra vez nos quedemos en sus casas, jajaj.
Llegó la hora de despedirse… a veces es difícil, quizás cuanto tiempo pasará para volver a encontrarnos… Tito nos abraza, sus ojos se llenan de lágrimas, no nos sorprende porque a nosotros también nos da pena la separación… si, cada día estamos más sensibles y receptivos. Como hombre de campo, Tito se escapa, se va a la casa, supongo que no quiere que lo veamos llorar… a muchos hombres les enseñaron que no debían llorar porque eso es cosa de mujeres, pero no saben que fue la enseñanza más errada que pudieron tener…
María no quiere separarse de nosotros y nos invita a conocer la luz de sus ojos, jaja, su nieto… vamos en la camioneta. Llegamos a la casa donde vive su hija y sus nietos, son todos morochitos, que lindo color de piel! El bebe dice Pablo, jajaj y juega con la luz de la linterna que le paso el Pollito… después se va a poner música para bailar, el más grande es lindo… nos gana en porte pero no en edad.
Nos despedimos de ellos y seguimos físicamente la ruta, digo eso porque nuestra mente aún está con Tito y los suyos.
En nuestro viaje pasamos por un sector llamado Cerro Largo, tenía un mirador y paramos a mirar el paisaje, a unos cuantos metros hay un mural donde cuentan la leyenda indígena de la creación de ese lugar. Nos detenemos a leerla y a observar el paisaje.
Continuamos viajando, el camino es como una serpiente con pequeñas ondulaciones… se ven un montón de árboles en los costados del camino.
Paramos en un sector donde hay una especie de monumento construido en memoria de los que lucharon en la batalla de Arbolito. Avanzamos unos kilómetros y llegamos a una ciudad llamada Treinta y Tres… en casi todos los pueblos hay nombre de calles 33… averiguamos porque se llama así, y por qué no fue 34 o 35 o 30, jaja… bueno la historia dice que hubo un grupo de patriotas uruguachos que libertó a Uruguay de las garras de los winners de Brasil, y fue un grupo de 33 hombres militares que se organizaron en Argentina.
Lo primero que vimos fue un zoo, como la entrada era relativamente barata entramos… lo más divertido es que había un monito que tenía los testículos de color azul y el pene lo tenía rooojo, jajajaj, el Pablo no paraba de reírse y de sacarle fotos, buscaba el angulo perfecto para que saliera todo el monito, jaja. En ese zoológico también había dos cocodrilos q ni se inmutaban cuando movíamos la reja.
Justo cuando estábamos paseando por el zoo habían unos tipos que estaban grabando un video para una niña, nosotros suponemos que era para la fiesta de 15, seguro, seguro!!!! Porque según lo que nos había mostrado Tito y María, en todas las fiestas se hace un video de la festejada.
Ahí mismo encontramos un sector donde exponían serpientes y salimos medios asustados porque en el país hay cuatro variedades de serpientes que son súper venenosas.
Continuamos con nuestro viaje entre planicies y arboledas… el sol se puso en el horizonte y seguimos por un camino donde no había mucha luz, al parecer viajan muchos camiones por ese sector… luego de un par de horas llegamos a la ruta de la costa.
La ruta que tomamos conecta con Brasil y se ven un montón de autos con patente de ese país, llegamos a una parte donde la carretera se pone más ancha y nos dimos cuenta por los carteles y los dibujos en el suelo que la misma carretera se ocupa como pista de aterrizaje, suponemos de es de emergencia. Después nos contarían que hacen toda una performance para que los aviones puedan hacer un aterrizaje.
Nuestra última parada fue en el Parque Nacional Santa Teresa, ese parque es administrado por los militares y nos dijeron que nos podíamos quedar a dormir a fuera del recinto, en un lugar que es ocupado como garita de unos buses, así tuvimos agua y electricidad.
En la cena estuvimos acompañados por un perrito que nos robó la bolsa de pan… jajaj, sólo que nos dimos cuenta bastante tarde para poder haber hecho algo.
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