No tuvimos apuro en levantarnos, jajja, todo lentito, y hasta me di el lujo de que el Pablo se levantara primero y me preparara desayuno, jajja.
Cuando estábamos tomando desayuno – almuerzo conocimos a Sandra, Paola y Gabriela; Sandra es la que administra el parque, Paola y Gabriela se dedican a mantener el orden y limpieza, Gabriela es sorda muda, pero cuando le hablábamos lento y con señas nos entendía rebien.
Esa noche iba a haber una fiesta en el recinto donde nos estábamos quedando y nos dijeron que teníamos que dejar el quincho… luego de ordenar nuestras cosas nos acordamos de la invitación que nos había hecho Tito y partimos a visitarlo a su casa… no fue difícil llegar allá, se nos ocurrió ir para allá para pedirles la ducha, jajja.
Tito nos recibió con toda su amistad… nos invitó a pasar y nos presentó a María, su esposa… Tito se tenía que ir a trabajar así que nos quedamos charlando con María, son tan lindas personas!! Nos contó que llevaban un montón de años como pareja, con sus hijos y todo y hace unos años se les ocurrió casarse ya de viejitos, de hecho nos mostraron las fotos y de alguna forma formamos parte de su historia de amor. María dice que ella nunca quiso casarse, para qué?? Decía, si el sabe q yo soy su mujer y yo se que él es mi hombre… Tito le pidió tantas veces que se casaran que hasta al final la convenció, jajaja… viejitos locos!!
Ahora que escribo sobre ellos se me vienen a la mente y al corazón, Tito y María nos recibieron como parte de su familia… Tito nos dijo que nos quería invitar la noche anterior pero le dio vergüenza tener una casa tan pequeña y humilde, pero después de una charla se dieron cuenta que lo que nos importa a nosotros es eso, es mil veces mejor llegar a un hogar donde hay más amor que muebles o grandes lujos… fuimos felices con ellos, nos demostraron que la amistad no tiene límites, que la edad, el color de piel, lo material no es obstáculo para abrir el corazón.
María es más alegre que nosotros, jajaj, no para… nos mostró un video de la “fiesta de 15” de su nieta… ahí nos dimos cuenta una vez más, que hay varios países donde se le da mucha importancia a los 15 años, pero más en las mujeres, de hecho se les hace una fiesta enorme como si fuera un matrimonio, las niñas se visten con vestidos de novia con fucsia o rosado y bailan vals… es la tremenda parafernalia, con cena y fiesta. Las familias se gastan un dineral tremendo para hacer la fiesta, igual nos contaban que algunas niñas cambiaban la fiesta por un gran regalo como una moto. A los hombres que cumplen 15 años no los pescan ni en bajada, jajaja. Incluso Tito y María estaban súper entusiasmados porque ese fin de semana estaban invitados a una fiesta de 15 y tenían que preparar sus tenidas fiesteras. Tito es más lindo, nos dice que se compró un traje para ir a esas fiestas para no ser menos porque María siempre va con vestidos bien bonitos.
Como Tito se fue al trabajo salimos a conocer la ciudad con María, iba feliz con nosotros, nos llevó a conocer la fuente de los 200 años, la acompañamos a hacer unos trámites del colegio de su nieta, también aprovechamos de ir a comer tortillas a la plaza. Al ratito nos fuimos a pasear al parque donde trabaja Tito, él era el más feliz, jajaj.
En la noche María nos preparó una cena más rica… unas longanizas con ensaladas muy wenas!! Nosotros no queríamos que gastaran dinero en nosotros pero no hubo caso, además ella estaba feliz compartiendo con nosotros… Tito llegó al rato, cuando terminó su turno del trabajo, seguimos compartiendo con ellos… fue tan rico estar en una casita calentita por el calor humano! No quisieron que durmiéramos en la camioneta y querían pasarnos su cama, pero nosotros no pudimos aceptar ese ofrecimiento, era mucho y nosotros tenemos nuestro colchón que aunque quedemos con los pies colgando, jaja, dormimos súper bien.
Y quien iba a pensar que nuestra noche iba a terminar así… nosotros sólo fuimos a casa de Tito en busca de una ducha, jajja.
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