Nos levantamos un poco más tarde de lo normal, es que hace muuuuchoooo frío!!!!
De día logramos ver más cosas, en la entrada al pueblo hay un cartel que dice “Bienvenido a Tacuarembó, capital de la tierra Gaucha”, en las calles de esta ciudad vemos varios cartelitos de celebración del Bicentenario… en casi todos aparece el prócer Artigas.
Son bien ordenaditos estos tacuaremboenses, porque en todas las esquinas tienen estacionamientos para motos y para bicicletas. Ni comparado con Chile que hay que andar pidiendo por favor para amarrar la cleta a un árbol o a un fierro.
La ciudad es pequeñita y nos demoramos en recorrerla… vamos a una información turística que se mantiene cerrada… tenía un cartelito “ya volvemos”, pero nunca llegó ese momento. Salimos a dar otras vueltas a conocer un parque que tenía una especie de rodeo y la laguna que había no se le veía el agua porque estaba cubierta de una capa de pasto… hasta los pajaritos se ponían a caminar arriba de la capa.
Visitamos también el zoológico… cuando llegamos estaba cerrado, pero cuando nos estábamos yendo apareció un viejito más raro y nos abrió la puerta…
De la casa que salió este viejito salía un olor a mondongo (guatitas), nosotros pensamos que los animales que se mueren, él los mete a la olla para comérselos!…
Bueno, comenzamos el recorrido por el zoo y nos sorprendió porque pensábamos que era pequeño pero no, era súper grande y tenia muchos animales. Habían pavos reales, monos, aguiluchos (parece que con las alas malas porque se veían enfermos), había una pareja de leones, de tigres, de pumas. En una parte había una manada de carpinchos (los famosos topo ratones que les decimos nosotros), bueno en esa gran jaula estaban también unas aves grandes negras, son de rapiña y parece que tenían hambre porque no dejaban en paz a los pobre topo ratones, hasta los picoteaban y ni siquiera estaban muertos!.
Habían ciervos, un yaguar, ponis, hasta tenían un puerco espín… pero igual no nos gustó mucho porque el zoo no estaba en las mejores condiciones, las jaulas eran pequeñas y sucias… lo más seguro es que no tenían ni veterinario.
Volvimos al centro de la ciudad para ver si estaba abierta la oficina de turismo y bingo, estaba abierta. Allí nos regalaron unos mapas y nos enteramos de que Carlos Gardel es uruguayo!!!, nosotros jurábamos que era argentino pero no!!!, es uruguachooo y nació en Tacuarembó!!! Jajja, siii, a unos cuantos kilómetros, en otro pueblito hay un museo de él, pero nosotros no vamos a ir porque sino nos desviamos muchos kilómetros y eso, para nosotros ahora, es dinero.
Decidimos seguir avanzando hacia el otro pueblo… fueron varios kilómetros de recorrer planicies y ver vacas y más vacas.
Se ven pocos pueblitos en la ruta… lo que si se ven varias estancias, casas de campos donde viven los gauchos que cuidan la manada. Pero una estancia de otra son varios kilómetros de diferencia.
Llegamos a Melo al atardecer… se vio lindo porque no habían muchas nubes y lo mejor es que cuando íbamos entrando se veía la luna salir… estaba llenita y enorme!!!
Al entrar a Melo hay un parque… pensamos que era una buena opción para quedarnos y sí fue la mejor opción!
Fuimos a la garita del guardia y conocimos a Tito, un caballero súper simpático… conversamos harto rato con él y hasta nos dio mate y nos prestó su estufa para calentarnos.
Fue un acierto habernos encontrado con él… nos contó que vivió varios años en Brasil y por eso tiene el acento, hasta tiene algunas palabras en portugués… bueno la frontera con Brasil queda cerquita así que es habitual que tengan algo en común.
Nos contó que ha trabajado en hartas cosas y una de ellas fue en una estancia y tenía que cuidar miles de ovejas!!! Que las tenía que ayudar a parir y que muchas se morían. Nos conversaba de los tipos de oveja y nosotros que pensábamos que había un solo tipo, jajaja.
Ahora Tito está jubilado, pero no le alcanza la plata así que tiene que trabajar… el año pasado trabajó por la campaña de un político, que salió como alcalde entonces él le dio trabajo como cuidador. Antes trabajaba en unos galpones, pero era nochero y el trabajo era más pesado… por su diabetes y por instrucción del doctor tuvo que pedir que lo cambiaran de lugar y así llegó a trabajar de guardia en el parque, entra a las 3 y sale a las 11 de la noche.
Después de compartir un rato con él se nos ocurrió ir a conocer el centro, allí compramos una especie de sopiapilla, en realidad era una masa frita, jajja. Pero estaba buena para calmar el hambre. Hacía mucho frío! Después de recorrer el centro nos fuimos de vuelta al parque donde nos esperaba Tito… más lindo nos dijo que nos colocáramos debajo de un techito, nos prestó baño y electricidad.
Seguimos compartiendo mate y conversando… el mate acá se toma amargo! Y es súper fuerte. Nos contó que hace años conoció a un español que tenia plata, se iba a ese lugar para encontrar novia, jajaj, era viejito pero simpático, si hasta le regaló unos euros, y él los tenia guardados… una vez que no tenia plata se le ocurrió ir a cambiarlos y según él tenía una millonada de plata y no sabía, jajaja.
Llegó el cambio de turno, se tenía que ir a su casa y nos dejó invitados para que fuéramos al otro día.
Ahí llegó el nochero, Antonio, él es muy divertido y sabe un montón de historia, mientras nosotros armábamos la cama y nos cocinábamos una sopa, nos metía conversa de la historia del Uruguay… de él aprendimos que Fructuoso Rivera fue un genocida que mató a todos los charrúas, los indígenas del país.
Bueno nos contó hartas cosas… fue interesante conversar con él porque sabía un montón de la historia del país… se nos vino el frío y después de un rato nos metimos en la camio hogar.
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