Esa mañana me levante temprano para avanzar con algunos reportes… el Pablo se levantó más tarde aprovechando de ocupar todo el colchón, jaja.
Ordenamos nuestras cosas y nos despedimos del muelle y de Mona, la perrita que nos acompañó esos días que estuvimos en su territorio. Salimos de Colonia del Sacramento rumbo a Fray Bentos, pero antes vimos en el mapa que había un pueblito llamado Vacas y Víboras!!! Nos reímos montones y salimos en busca del mítico pueblo, aunque no dimos ni con el cartel de bienvenida del pueblito! Jajaj. Resignados le sacamos fotos a unos carteles que señalaban los nombres de los arroyos Vacas y Víboras por separado.
Cada vez que vamos andando por los caminos, quedamos alucinando con los colores del otoño… todos los árboles se conjugan para que nosotros quedemos anonadados con el espectáculo de colores… podríamos para un montón de veces a sacar fotos a los árboles o a los paisajes.
Pasamos por el pueblito el Carmelo y Nueva Palmira, ambos son campestres y pequeños, y por lo mismo muy tranquilos, si hasta nos topamos con carretas cruzando el puente, el guacho nos saludo con entusiasmo. También pasamos por Dolores, una ciudad un poco más grande, no quisimos quedarnos a pasar la noche ahí de puro tincados que somos.
En ese tramo el atardecer nos acompaño, con él los colores sepia invadían la naturaleza. El Pablo es el más feliz sacando fotos… ve algo y si le gusta dispara, es como si quisiera capturar el mundo en cada disparo, le amo por esa pasión que le pone a todo lo que hace.
Buscando un lugar donde dormir, vemos a lo lejos la celulosa Botnia… si la famosa! Esa que dicen que no contamina pero que sí contamina y en grandes cantidades.
El lugar escogido para dormir es frente a la policía del Balneario Las Cañas… la poli más buena onda nos presto la ducha, así que nos fuimos a dormir limpiecitos.
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