martes, 14 de junio de 2011

Montevideo

23 de Mayo de 2011

Entramos tempranito a Montevideo, queríamos recorrer toda la capital en un día, porque no teníamos donde quedarnos y siempre es más complicado buscar un lugar para dormir en las ciudades grandes.

Recorrimos el centro en la camioneta, a pesar de ser una metrópoli vimos que es tranquila… bueno eso a diferencia de otras capitales que conocimos. Mientras observábamos los edificios antiguos aprovechamos de buscar algún lugar para cargar nuestro galón de gas (acá les dicen garrafa y usan la misma válvula), lo fome que cada vez que preguntábamos en algún negocio de gas nos decían que ahí no les permitían cargar galones que no sean del mismo país o buscaban otras excusas para no cargarnos el galón, bueno al final nos dieron unas direcciones de las centrales de distribución.

Llegamos a la costanera de Montevideo, el agua del Río de La Plata tiñe el azul del mar… en ese mismo sector se encuentra el puerto, nos estacionamos frente a una oficina de información turística… nos encantó la atención, una viejita de unos 75 años nos contó toda la historia de la ciudad. Nos contó porque le pusieron Montevideo a la ciudad y es que le pusieron así porque es el monte sexto (vi) de este a oeste (d e o).

La señora quería que saliéramos con toda la información posible y hasta nos mencionó que teníamos que ir a conocer un centro comercial que antiguamente era una cárcel, nos contó que incluso el actual presidente, Mujica, que en sus tiempos jóvenes fue un revolucionario guerrillero, se escapó de esa cárcel… nosotros obedientemente y obligados a ser parte de la historia, fuimos a visitar el famoso centro comercial… de la antigua cárcel sólo quedan algunas paredes.

Dejamos la camioneta y nos fuimos a recorrer la ciudad a pie, visitamos el Mercado del Puerto y nos comimos unas ricas empanadas tradicionales de un local, que no recuerdo el nombre. Dentro del mercado hay un montón de restaurantes que ofrecen ricas parrilladas… es muy parecido al mercado de Santiago.

Visitamos algunos monumentos como el de Zabala q estaba lleno de cacas de palomas y el monumento al gaucho. Caminando llegamos a la catedral donde se nos acercó un niño y nos pidió dinero, nosotros le preguntamos con quien andaba… el cabro chico vivo reconoció nuestro acento chileno y nos dijo “dame una luca”, nosotros nos morimos de la risa, ahí desapareció el niño, al parecer sólo lo dejaban ir hasta una esquina.

Seguimos caminando y nos encontramos con el Cabildo y otros edificios antiguos, nos llamó la atención que uno de los edificios más nuevos pertenece a la presidencia.

En una de las calles principales hay una fuente de los candados… hay miles y dice la leyenda que si dejas un candado con las iniciales de dos personas que se aman, ese amor va a durar por siempre, qué romántico!! Jajaj lástima que nosotros no teníamos ni un candado!! Jajajja.

Llegamos caminando hasta una estatua de un ángel, cerquita hay una feria de artesanos, bien bonita, tiene productos muy originales y únicos. Nosotros casi compramos un mate con pezuña de vaca, pero después dijimos que no porque si nos sale algún vegetariano en el camino, nos tira el mate por la cabeza.

Luego de caminar unas cuantas horas nos devolvimos a ver como estaba nuestra camio… estaba enterita, menos mal… había una viejita cuidando los autos estacionados y nos decía que si queríamos dormir por ahí teníamos que ponernos frente a la aduana, que ahí siempre había guardia, pero a nosotros no nos dio muy buena espina el lugar, así que mejor que no…. Una de las cosas que hemos aprendido en este viaje es a seguir nuestra intuición, muchas veces la dejamos de lado cuando estábamos en la rutina del día a día, ahora es nuestra compañera y le hacemos caso.

El último lugar que visitamos ese día fue el museo del poeta, es de un señor llamado Zorrilla, es su casa completita… hasta estaban las pantuflas bajo la cama, que nos había dicho la viejita de la información turística. Aunque nos llevamos un reto, jajja, subimos al segundo piso y no se podía, hasta ocupamos el baño, pero nunca vimos ningún cartel de no subir!!, las viejas que cuidaban el museo estaban indignadas, jaja. Cerca del museo hay una península donde fuimos a mirar el atardecer y luego fuimos a buscar un lugar donde dormir… escogimos un estacionamiento cerca de la policía, era un barrio bien tranquilito y los polis se portaron súper con nosotros, nos prestaron el baño, que era un hoyo!!! Ya los habíamos visto antes, pero siempre nos sorprenden porque es muy incomodo!!! De hecho al Pablo no le gusta hacer sus necesidades básicas en esos baños porque se chorrea entero, jajaj (es una bromita, jajaj).

Yo esa noche estaba con jaqueca así que el Pollo hizo la cena solito y se puso a conversar con el poli que estaba de guardia, él le dijo que ellos ganan muy poco así que tienen que trabajar en dos partes, en la poli y de guardia particular, así pueden hacer un sueldo más o menos decente.

Así terminó la noche, con harto frío, yo con jaqueca y el Pollo de enfermero.





















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