Tomamos desayuno en Punta del Diablo y la policía nos regaló agua caliente para tomar tecito, hacía frío así que nos hizo bien para calentar el cuerpo.
Salimos de Punta del Diablo y pasamos por varios pueblitos costeros bien bonitos, uno se llamaba Aguas Dulces donde caminamos por la orilla del mar… conocimos a Adriana que estaba pescando, le preguntamos si sacaba algo, pero dijo que nunca, jajaj sólo lo hace para divertirse, jajja. Estaba acompañada por un tremendo perrito Rottweiler, era gigante pero amistoso.
En el camino nos cruzamos con el Arroyo Valizas que llega a la Laguna Castillos pero que nosotros no alcanzamos a ver desde el camino. Cerquita se encuentra Cabo Polonio, pero nos llevamos una sorpresa, el paso es restringido para los automóviles particulares, sólo se puede entrar al parque con los autos de una empresa… al final nosotros hicimos la respectiva evaluación (costo, tiempo para el atardecer, dejar la camioneta en un lugar sin seguridad, etc.) y decidimos mejor seguir con el viaje.
Luego de manejar unas cuantas horas observando el paisaje, llegamos a un lugar llamado La Pedrera, es un pequeño pueblito muy lindo, súper ordenadito y con grandes casas.
Después nos contaron que ese pueblito se fue construyendo a medida que llegaron extranjeros, principalmente gringos y europeos, pero esas casas las ocupan como casa de veraneo, sólo pasan el verano y el invierno se van al otro hemisferio.
Nos detenemos en la costanera… dejamos la Camio en un mirador y aprovechamos de caminar por la orilla de la playa… en un sector había un montón de conchitas, recogimos algunas para llevarle a la Fabita. Continuamos caminado y divisamos algo de metal varado en la orilla, al acércarnos nos dimos cuenta de que se trata de la mitad de un barco… quizás de cuanto tiempo que está ahí, sólo está la mitad y todo oxidado… a unos cuanto metros había un pingüino!!!!! Sí!! Un pingüino, nos acercamos… se ponía un poco nervioso pero no salía arrancando, nosotros creemos que estaba empollando sus huevitos. Nos llama la atención las rocas que están en la orilla son de poca altura y la erosión del viento ha hecho que se dibujen unas líneas en toda la parte superior y a los costados.
Casi al atardecer llegamos a La Paloma… tiene un faro y en pleno centro tiene un esqueleto de ballena… nos causó mucha risa porque casi al frente del esqueleto hay una oficina de la municipalidad, nosotros suponíamos que era la oficina de turismo pero un cartelito nos dejó claro que están chatos de que les pregunten por información turística, el cartelito decía “Busca información turística NO ES AQUÍ!”, jajajja.
Esa tarde dejamos la camioneta y salimos a caminar por el pueblito, mientras buscábamos un lugar para pasar la noche y una ducha… finalmente llegamos a un parque donde hay una estación de bomberos, les contamos nuestra historia y nos dejaron estacionarnos al lado del edificio… y hasta nos prestaron una ducha!!!
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