martes, 5 de julio de 2011

Bahía Blanca a Estancia Funke

30 de Junio de 2011

Partimos de Bahía Blanca hacia Sierra de la Ventana… ya nos habían dicho que es bonito y tiene el atractivo de tener el cerro más alto de la provincia de Buenos Aires, llamado Tres Picos.

Pasamos por el primer pueblito llamado Tornquist, es como la comarca de los hobbit, jajaj, bien pintoresco. Allí nos dieron las instrucciones para ir a la Estancia Funke, donde se encuentra el Cerro Tres Picos.

Pasamos por un camino lleno de barro, recién había llovido… conocimos los famosos cardos, son esas pelotas de ramas que pasan por las calles en las películas del viejo oeste, jaja, ahí comprobamos que son reales y no invención de los gringos.

Llegamos a la Estancia y nos recibe Mónica… es la administradora, ella nos dice que ni loca nos deja subir a esa hora a la cumbre… si se sube por el día, la ascensión lleva 10 horas y como está el tiempo es peligroso quedarse allá arriba. Mientras el Pablo termina de conversar con Mónica, yo aprovecho de recoger nueces, ajjaja, no me miran con buena cara, pero ya las había metido a mi bolsillo, jajja. Siempre le hago pasar vergüenzas al Pollito, jajaj.

Luego de la conversa decidimos intentarlo al otro día, tenemos confianza en que amanecerá mejor y seguro que podemos subir.

No quisimos quedarnos porque es una estancia privada y no un parque nacional, por lo que los precios no son muy baratos. Mejor, así aprovechamos de conocer los pueblitos que hay alrededor.

El camino va mejorando, ya no hay tanto barro y el paisaje está bello… hay caballos, ovejas con sus crías, unos cerros y planicies multicolores. El día también comienza a abrir y se van las nubes que amenazaban con lluvias.

Primero visitamos un pueblito llamado Saldungaray, son todas casas antiguas de ladrillos… es pequeñito y nos demoramos nada en recorrerlo. Nos habían dicho que cerquita había una fabrica artesanal de quesos… partimos a conocerla… una señora muy amable nos habla de su empresa familiar. Nos hace pasar a la fábrica y nos explica el proceso… nos habla de todos los tipos de quesos que sacan y son montones… pensar que en Chile no tenemos tanta cultura de quesos!!!.

La señora nos hace probar todos los quesos que tiene!! Jajaj que manera de probar quesos!! Obligados a salir con una bolita de queso bajo el brazo… el elegido fue una variedad llamada Provensal, con perejil y ajos… mmm rico!!!. Después de visitar la quesería nos dimos un paseo por la estancia… tienen 60 vacas, le decíamos que para que dieran más leche les tienen que poner un nombre y hablarles como a una persona… eso lo escuchamos en Ecuador y da resultado, pero la señora no nos creyó mucho.

Después nos fuimos a Sierra de la Ventana y Villa Ventana, ambos pueblitos son bien parecidos, tienen hartos árboles, tienen un río cerca y casi todas las casas son de veraneo. Nos dicen que muchas personas de Buenos Aires van de paseo los fines de semana largos y en vacaciones. En el primer pueblito vimos unos búhos que movían sólo la cabeza, jaja, no tenían miedo de nosotros, ah y además en Sierra hay una estación de tren antigua.

Continuamos nuestro recorrido y se comenzó a oscurecer… pasamos por el famoso cerro que da nombre a todo el sector. Es un cerro que en la punta tiene una ventana de roca… en la carretera hay un mirador para parar y verla en todo su esplendor.

Ya se hizo de noche y aún no encontrábamos un lugar para pasar la noche… pensamos en un bosque pero para hacer el trekking del cerro Tres Picos necesitábamos estar a las 7 de la mañana en la Estancia, y por lo mismo se nos ocurrió acercarnos a ella, para no tener que levantarnos tannn temprano.

Nos fuimos por el mismo camino y llegamos a la Estancia, dijimos aloooo y nadie salió. Salimos de la estancia y pensamos quedarnos en la puerta, así nadie nos iba a cobrar una entrada por dormir dentro del reciento, ajajaj. Al lado de la puerta de entrada a la estancia hay una casa, tenia luces y para que no se asustaran con nosotros les fuimos a contar de nuestros planes.

Dijimos aló, salieron a nuestro encuentro dos perros y don Eduardo. Le contamos que queríamos dormir afuerita, “habrá algún problema” le dijimos. Don Eduardo nos conoció el acento “ustedes son chilenos”, nos dijo, jajja, “sipo” le respondimos. Nos invitó a estacionar adentro de su casa la camioneta… conversamos otro rato y nos invito a pasar a tomar un café. Su esposa, Jaqueline es chilena. Conversamos harto rato y nos ofreció unas milanesas con ensalada, para no ser mal agradecidos dijimos que bueno, jajaja.

Parece que les caímos bien porque nos invitaron a quedarnos dentro de la casa, en una habitación que les sobraba, como hacía frío y nos sentíamos cómodos les dijimos que sí.

Nos mimaron como quisieron y después a la camita.























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